El jueves de esta semana el Concejo de Bogotá hará la rendición de cuentas sobre su gestión en el primer semestre de este 2022, seis meses en los cuales se discutió y aprobó el cupo de endeudamiento para la Administración Central y a la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (Acuerdo de Ciudad 840 del 13 de junio), y periodo en el que comenzó a discutirse la entrada de Bogotá a la Región Metropolitana, aunque el proyecto fue retirado por la Alcaldía en los últimos días de abril.
Con varios debates de control político adelantados, ¿qué presentarán concejales de diversas bancadas con relación al desempeño de esta corporación en los últimos seis meses? EL NUEVO SIGLO habló con seis cabildantes de diversas ideológicas políticas, y varios de ellos cuestionaron la incidencia de su trabajo sobre el bienestar de la ciudad.
“La rendición de cuentas es un formalismo que no le dice nada a la ciudadanía. Cada bancada repite los proyectos y los debates de control político que presentó, pero aquí lo que realmente importa son los efectos del trabajo que se hace en el Concejo”, comenzó por explicar a EL NUEVO SIGLO la concejal del Nuevo Liberalismo Marisol Gómez, quien acto seguido se refirió a cómo esta corporación ha tomado decisiones irresponsables.
“Es lamentable que el Concejo de Bogotá siga aprobando recursos, con el aval de la Alcaldía, para alimentar la burocracia de la Contraloría, la cual no ha mostrado mayores resultados en su control fiscal y es muy grave que con mayoría apoyen plata para esta entidad. El Concejo nada gana con hacer muy buenos debates de control político para luego aprobar adiciones presupuestales a entidades tan cuestionadas como la Contraloría y a funcionarios tan cuestionados como Juan Carlos Gualdrón Alba. Y le seguimos aprobando presupuesto para que sigan aumentando su aparato clientelar y ganar elecciones. Pero los debates perfectos”, concluyó a este respecto la concejal Gómez.
En esto coincidió por completo el concejal de la Alianza Verde Diego Cancino, quien comenzó por referir que la discusión en el marco del cupo de endeudamiento “fue seria y fue sustentada por parte de mis colegas y eso es una cosa que yo rescato, pero realmente yo creo que los debates que hemos dado podrían haber sido mucho más nutridos, contundentes y con verdadera incidencia. A mí me preocupa que los debates que damos acá no tienen incidencia porque el control debe servir para eso y en muchos casos no la hay”, indicó a este medio de comunicación el concejal Cancino.
Y frente a ese tema, se refirió a la aprobación, en el marco de la adición presupuestal, de los recursos adicionales para la Contraloría Distrital. “En vez de reaccionar frente a las denuncias que hay en su contra, lo que hacen mis colegas es pasar de 2 mil a 5 mil millones el presupuesto de la entidad. La premiaron. ¿En dónde está el nivel de debate que tiene el Concejo para mejorar algunas prácticas? Eso a mí me preocupa. Pero reconozco que los debates de los proyectos que nos ha traído la Administración han tenido argumentos sólidos”, concluyó Cancino.
Semestre productivo vs. lento
Por su parte, el concejal del Partido Conservador Nelson Cubides indicó que este ha sido uno de los semestres más productivos del Concejo, “no solo porque se han aprobado proyectos de Acuerdo de los concejales, sino porque también logramos discutir y aprobar el cupo de endeudamiento para darle continuidad al desarrollo del Plan Distrital de Desarrollo, y se inició la discusión de la Región Metropolitana. Aunque no la terminamos creo que es un buen antecedente para darle trámite este segundo semestre”, le dijo a este medio de comunicación el concejal conservador.
Por último añadió, en calidad de vocero de su equipo, que en este primer semestre su bancada logró llevar a buen puerto el Acuerdo de voluntariado en la ciudad, “único en Colombia y que permite integrar todos los elementos de solidaridad que hay en universidades, colegios, etc., para que haya un solo sistema de voluntariado en la ciudad”.
Por el contrario, la concejal del Centro Democrático Diana Diago comenzó por advertir que el Concejo estuvo supremamente político, a razón de las elecciones primero de Congreso y después de Presidencia, lo que ralentizó un poco su producción.
“Falta mucho control político y yo creo que ya es hora de comenzar a sacar las cifras duras de esta Administración, que está por cumplir tres años, para ver que tanto ha cumplido o no la Alcaldía de Claudia López. Esa es la tarea de estos meses venideros. Aún así yo siento que el Concejo trabaja en sus temas, no para, pero ya despachada la temporada electoral yo creo que retomará su ritmo”, concluyó la cabildante Diago.
Otras iniciativas
Punto aparte, este jueves el Polo Democrático Alternativo indicará que su bancada presentó 26 proyectos de acuerdo, de los cuales tres se convirtieron en Acuerdos de Ciudad. Uno de ellos que presenta lineamientos para la Sensibilización, promoción e investigación del sector del cannabis medicinal, cosmético e industrial en Bogotá, y otro alude a la Política Pública del Peatón “En Bogotá, Primero el Peatón”.
El balance del Polo, indicó a EL NUEVO SIGLO el concejal vocero del partido, Carlos Carrillo, establece también que una de las funciones más importantes del Concejo de Bogotá, si no la central, es la de ejercer control político, que comprende el control hacendario y administrativo, y en ese sentido se presentaron un total de 26 proposiciones, de las cuales seis fueron debatidas en la Corporación tales como la de patrimonio, identidad y memoria, autismo, espacio público y aplicaciones tecnológicas, estado de los andenes y las ciclorrutas y la condición y rehabilitación del río Bogotá.
Y por último, el concejal de Cambio Radical Rolando González le dijo a este medio que “adelantamos iniciativas de orden de control político y a favor de la comunidad como el debate de control político que realizamos en contra del aumento del impuesto predial en Bogotá”.