“Yo espero que actos como el de hoy, de rechazar la presencia del Gobierno para tener un diálogo fructífero, sea motivo para que se recapacite; pero aquí no podemos seguir teniendo un Estado a merced de presiones”.
Así lo dijo el presidente Iván Duque al referirse a la ausencia de los líderes indígenas en el espacio de diálogo social que se iba a realizar en la Casa Lúdica del municipio de Caldono (Cauca), donde durante cuatro horas permanecieron el Jefe de Estado, ministros y otros altos funcionarios del Gobierno nacional; el procurador Fernando Carrillo y representantes de organismos internacionales.
Duque esperó a los líderes de los manifestantes con seguridad redoblada, luego de que la víspera el fiscal general Néstor Humberto Martínez denunciara un posible “acto terrorista” que podría ponerlo en riesgo y del que dio pocos detalles.
Pero los manifestantes pretendían reunirse con el Mandatario en un lugar abierto con presencia de los cientos de indígenas que conforman la Minga.
El encuentro se iba a realizar luego de que los pueblos indígenas en protesta suspendieran los bloqueos a la vía Panamericana, la exigencia que puso Duque para viajar a la zona.
Gesto presidencial
En su declaración, Duque lamentó que “no se haya valorado el gesto del Estado, hoy; que se haya rechazado la posibilidad de tener este encuentro” y que “no se valore la presencia de todas las instituciones y de organismos internacionales para poder avanzar en ese diálogo”.
Insistió en que “el Gobierno nacional tiene claro que seguirá adelante con el Plan de Desarrollo y con cerrar las brechas sociales”, y anunció que se continuará con la “práctica permanente de diálogo social con todos los colombianos, como lo hacemos cada ocho días con el taller ‘Construyendo País’”.
“Pero soy enfático: este Gobierno rechaza tajantemente las vías de hecho; no acepta las vías de hecho como mecanismo de presión al Estado y como mecanismo para lograr el oído y la atención del Estado”, recalcó.
Añadió que “este Gobierno rechaza, de manera clara, cualquier acto de violencia que busque pasar por encima del derecho de los colombianos. Este Gobierno rechaza que la violencia pisotee los derechos establecidos en la Constitución nacional”.
Por ello, hizo un llamado a la reflexión. “Aquí no podemos seguir manejando el diálogo entre el Estado y las comunidades con ultimátum, ni podemos manejar el diálogo con el Gobierno apelando a argumentaciones que conducen al empleo de las vías de hecho”.
En su intervención, el presidente Duque reivindicó los acuerdos logrados por la delegación del Gobierno -en cabeza del ministro de Agricultura, Andrés Valencia- y los representantes de las comunidades Pastos, Quillacingas y Awá-camawari, sobre los cuales aseguró que tienen “total viabilidad”, pues se trata de compromisos “viables, cumplibles y con estructura presupuestal”.
Reiteró que “hoy hemos cumplido estando presentes acá en Caldono”, y recordó que esa presencia se dio “con los protocolos de seguridad que se tomaron ante alertas que fueron presentadas en las últimas horas y que ameritan una reacción responsable, adecuando un espacio para tener la suficiente presencia del liderazgo en las comunidades indígenas y tener un diálogo productivo”.
El Mandatario dijo que “seguiremos, como Gobierno, trabajando por todos los colombianos”, pero “no podemos seguir aceptando que aparezcan personas queriendo capturar políticamente los escenarios de diálogo y llevar esto a forcejeos innecesarios, improcedentes”.
Por esta razón, manifestó que el objetivo, “como sociedad, es el de seguir construyendo la paz, en el marco de la legalidad”, y consideró que “la paz empieza por reconocer que se deben cumplir la Constitución y la ley y que las diferencias se ventilan en democracia a través de los canales institucionales”.
No más bloqueos
Por su parte, el Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) afirmó en un comunicado que tenían todo dispuesto para que el encuentro se realizara en una plaza pública pero el Presidente se negó.
“El Presidente desconfió de su propio esquema de seguridad, el cual estaba a cargo de las Fuerzas Militares. Aunque la Minga social le brindó todas las garantías de seguridad con la guardia indígena, el Presidente no aceptó el diálogo dejando al pueblo esperando”, reza el texto.
Voceros del CRIC afirmaron además que la Minga social del suroccidente del país tiene “la disposición de diálogo que ha caracterizado a los pueblos indígenas, organizaciones sociales y procesos populares”.
Los indígenas anunciaron una nueva movilización. “Volveremos a nuestros territorios, haremos una junta directiva, después volveremos en otra movilización mucho más grande”, sentenció Neis Oliverio Lame, consejero mayor del CRIC.
Según el CRIC, la decisión del Presidente de realizar el encuentro solamente con la representación de los voceros fue un intento de “dilatar” las conversaciones y no “asumir lo pactado”.
“El Presidente llega al municipio de Caldono, pero insiste que la reunión debe realizarse a puerta cerrada, desconociendo el sentir de la Minga, donde la comunidad es quien orienta”, indicó el CRIC en su comunicado.
Las comunidades aseguraron que “por el momento” no volverán a la vía Panamericana, donde se produjeron fuertes enfrentamientos con la Fuerza Pública durante las tres semanas de bloqueo, que dejaron un indígena y un policía muertos, así como decenas de heridos.
En el marco de la protesta, que también provocó desabastecimiento en la región, el Gobierno denunció que grupos “terroristas” habían infiltrado la movilización, lo que fue rechazado tajantemente por los manifestantes.
Los indígenas exigían hablar directamente con Duque sobre el incumplimiento de convenios asumidos por otros gobiernos. Pero el Mandatario se rehusó a ir a la zona hasta que despejaran la Panamericana.
Los indígenas, que representan al menos el 3,4% de los 42 millones de colombianos, se han organizado para exigir derechos y denunciar crímenes y atropellos, con protestas que se han tornado frecuentes en los últimos años.