“Las democracias tienen que acabar con la corrupción para impedir que la corrupción acabe con las democracias”, sostuvo ayer en Cali el canciller Holmes Trujillo al instalar la ‘Conferencia Hemisférica: Corrupción y sus posibles soluciones’.
En el certamen, reunido con el propósito de establecer coaliciones para impulsar la creación de una Corte Internacional Anticorrupción en el marco de la Organización de las Naciones Unidas, Trujillo aseguró que “la corrupción doméstica y la corrupción transnacional han afectado a lo largo de los años la credibilidad en las instituciones y en los partidos, le han robado recursos a la seguridad ciudadana, a los programas sociales y a la lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada”.
Asimismo, Trujillo destacó la realización de esta cumbre en Cali “para avanzar en el proceso de organizar una coalición global que impulse la discusión de herramientas que resulten eficaces, entre ellas la posibilidad de la Corte Internacional Anticorrupción”.
Advirtió que el soborno internacional destruye la fe y la confianza en el Estado y atenta contra el desarrollo y el progreso. En ese sentido, destacó que la enfermedad es tan grave que se presenta una asociación criminal entre altos ejecutivos del sector privado y funcionaros de las entidades públicas que tienen capacidad decisoria.
El Canciller recordó algunas cifras alarmantes sobre los efectos de la corrupción, como que según el Foro Económico Mundial el costo de este delito asciende a 2,6 billones de dólares, lo que equivale al 5% del Producto Bruto Mundial. Además, indicó que de acuerdo con la OCDE la mayor cantidad de sobornos se pagaron para obtener contratos en el sector público.
Igualmente, Trujillo reiteró que se busca que de esta cumbre nazca la coalición hemisférica que impulse la creación de un mecanismo más eficaz contra el soborno internacional, como lo es la Corte Internacional Anticorrupción. “Buscamos que la discusión de esta propuesta sea acogida por los Estados Parte de la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción, que se celebrará en Dubái en diciembre de este año”, dijo.
En un mensaje enviado con ocasión del certamen, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, resaltó la importancia de la cooperación internacional para luchar contra la corrupción.
Almagro felicitó a Colombia por la realización de este evento, que reunió a expertos de la región para discutir estrategias que contrarresten la corrupción. “En un mundo cada vez más globalizado solo a través del fortalecimiento de la cooperación internacional podemos hacer frente a este flagelo”, expresó.
Además, señaló que los efectos nocivos de la corrupción se manifiestan en diferentes aspectos como el freno al crecimiento económico y el debilitamiento de las instituciones. “No es una simple coincidencia que muchos de los países más pobres del mundo sean los que casi siempre encabezan los listados de corrupción”, indicó.
En ese sentido, afirmó que “es evidente la relación de la corrupción y la inequidad. La corrupción perpetúa las desigualdades sociales, los recursos destinados a parar la pobreza, que contribuirían a mejorar la calidad de vida de los más necesitados, son afectados. Los pobres son las principales víctimas de la corrupción”.
Igualmente, el secretario Almagro fue enfático en indicar que la corrupción afecta los valores de la democracia pues debilita las instituciones y erosiona la confianza de la ciudadanía en ellas.
“El caso más dramático es Venezuela, donde la corrupción es de tal magnitud que es el ejemplo perfecto de plutocracia, muchas instituciones han sido cooptadas al más alto nivel, al punto que son incapaces de satisfacer las más elementales necesidades de los ciudadanos”, expresó