Kennedy, la localidad con más comparendos por exceso de velocidad | El Nuevo Siglo
Movilidad ha reforzado los operativos de control por velocidad, y durante el primer semestre de 2022 aumentaron en un 285%, al pasar de 222 controles entre enero y junio de 2021, a 855 en el mismo periodo de este año.
Cortesía Secretaría de Movilidad
Martes, 2 de Agosto de 2022
Redacción Bogotá

Entre el 1 y el 30 de junio del 2022 (últimas cifras consolidadas con las que cuenta la Alcaldía de Bogotá), en la capital se impartieron 54.504 comparendos por exceso de velocidad.

Del total, las dos localidades que más multas aportaron fueron Kennedy, con 13.141, y Suba, con 10.350. Les siguieron Tunjuelito, en donde se impartieron 5.016; Usaquén, en donde fueron 4.374 y San Cristóbal, que se llevó el quinto lugar con 3.138 comparendos.  

Paralelamente hubo localidades como La Candelaria y Rafael Uribe Uribe en donde no se impartió un solo comparendo, seguida de Los Mártires, que tuvo 43, y Teusaquillo, que no alcanzó a llegar a los 100, con 95.

¿A qué se debe este comportamiento? ¿Qué hace que en una localidad como Kennedy se impartan 13.141 comparendos en un lapso de 30 días, lo que significa que diariamente exceden la velocidad 438 conductores, para un promedio de 18 cada hora? La respuesta es sencilla: una combinación entre el número de cámaras salvavidas en territorio y el ancho de las vías. No obstante, otros factores también deben ser tenidos en consideración. 

Concentración de cámaras de velocidad

De acuerdo con el profesor de Transporte y Logística de la facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad Javeriana y experto en movilidad urbana, Darío Hidalgo, en Kennedy están la Avenida Las Américas, la Avenida 68, la Avenida Boyacá y otras vías anchas en donde hay proliferación de dispositivos electrónicos de velocidad.

“Kennedy es una localidad grande, con cámaras salvavidas y avenidas anchas; esa es la razón por la cual encabeza la lista de las zonas de Bogotá con más comparendos por exceso de velocidad”, comenzó por explicar a EL NUEVO SIGLO el profesor Hidalgo.

Refirió que históricamente Kennedy ha sido una de las localidades de la ciudad en donde más se presentan siniestros viales por exceso de velocidad, “y precisamente por eso las cámaras salvavidas están localizadas en los sitios en donde había más siniestros viales por exceso de velocidad. De hecho, el estudio de ubicación de cámaras se hizo basado en eso, así que estos últimos resultados lo que están mostrando es que en esos sitios se sigue excediendo la velocidad como antes de que se ubicaran las cámaras”, puntualizó el profesor Hidalgo.

El experto precisó que esta es una tendencia que se termina de confirmar al ver los comparendos cero en localidades como La Candelaria, “una localidad muy pequeña que no debe tener ni cámaras ni operativos de control por parte de la Policía porque también se tienen que considerar estos últimos, y las calles de esta localidad son en su mayoría muy angostas”, argumentó el experto en movilidad urbana.

Por último a este respecto, fue enfático al afirmar que las cámaras no son anticonstitucionales y están autorizadas en la Ley 2161 de 2021 que pone la responsabilidad a los propietarios y de ahí que sean citados a informar, aunque lo que no se les puede decir es si iban o no manejando, que es donde ha residido parte del problema alrededor de las cámaras.

“La gente piensa que las cámaras están para quitarle plata a la gente pero están es para disuadir un comportamiento que, además, es el de mayor riesgo en siniestralidad vial, que es el exceso de velocidad. Entre más controles se ejerzan habrá más caídas en el número de muertos y heridos graves y eso es lo que está pasando en este momento”, señaló.  

Ancho de vías, rumba y parque automotor

Pero más allá de la cantidad de cámaras salvavidas y el tamaño y densidad de la localidad, hay otros tres factores sobre los que vale la pena enfatizar: el ancho (y el estado de mantenimiento) de las vías que, de acuerdo con el profesor Hidalgo, es lo que más facilita que los conductores excedan la velocidad.

En una segunda medida está, como factor relevante asociado con el número de comparendos, la proliferación de rumba nocturna y los fines de semana. “Cuando uno ve las estadísticas de siniestralidad hay una concentración bastante elevada de muertes en la noche. Hay una concentración grande entre 9:00 y 12:00 de la noche, y los fines de semana sobre todo en la madrugada, de 12:00 a 3:00 e incluso 6:00 de la mañana). Estas son las franjas más complicadas y allí hay zonas de rumba como ‘Cuadra picha’ que hacen que mucha gente salga en horarios excediendo la velocidad”, precisó Hidalgo.

Y en una tercera medida, llamó la atención sobre el número de comparendos que se impusieron en localidades como Usaquén que, aunque no es la más grande, la más densa ni la que posee las vías más amplias, “es llamativo en la medida que tiene una gran concentración de propiedad vehicular”. 

Ahora, frente a la sensación generalizada de los bogotanos de vivir y transitar en una ciudad trancada vehicularmente hablando, el profesor Hidalgo concluyó que esa es la diferencia entre la sensación y la realidad.

“Los trancones son en las horas pico, en algunas direcciones y en cierta franja horaria. Los excesos de velocidad no se presentan en donde hay más congestión porque esta es la que controla la velocidad. De hecho en Bogotá las velocidades promedio son de 24 km/h y en las horas pico baja a 12 e incluso 11 km/h. Pero hay horas y sentidos en donde el flujo vehicular es bajo y esas son las horas y los sentidos en donde se presenta el exceso de velocidad. Esa es la explicación técnica”, concluyó a este respecto el profesor Hidalgo.