El pasado 31 de mayo la Alcaldía Mayor de Bogotá instauró cinco medidas de seguridad adicionales a las que ya estaban rigiendo en la capital, entre ellas la de prohibir que los motorizados vayan con un acompañante los días jueves, viernes y sábados entre las 7:00 p.m. y las 4:00 a.m.

Aunque en ese momento también se establecieron otros lineamientos, tales como el de tener el número de la placa en el casco e indumentaria, el aspecto sensible y que más llamó la atención de la opinión pública fue el de prohibir al parrillero. 

Pues bien, hoy Bogotá está a exactamente siete días de que se haga una evaluación general que determinará si la decisión se cancela, o si por el contrario se mantiene en el tiempo, pues el 6 de abril la alcaldesa Claudia López fue clara al advertir que esta era una medida sujeta a revisión:

“También hemos hecho otro acuerdo sobre cómo hacerle seguimiento conjunto a estas medidas que hemos acordado. Vamos a vernos una vez al mes para verificar cómo vamos, qué cifras tenemos, qué posibles evaluaciones de impacto tenemos una vez al mes, y el 30 de junio, pasado el certamen electoral, que es el que más nos está amplificando riesgos en este momento, volveremos a encontrarnos con la comunidad de motociclistas, con la comunidad de comerciantes, con la comunidad de frentes de seguridad, con la policía, con la fuerza pública, y por supuesto con el Gobierno nacional, para acordar en conjunto cómo ha evolucionado la situación, cuál fue el impacto de estas medidas” y si se deben modificar o suspender, indicó en aquel entonces la Mandataria distrital.

¿Ha funcionado?

Así y a tan pocos días de que se decida el futuro de esta restricción en la ciudad capital, ¿qué tan bien ha funcionado? Para responderse a esta pregunta hay que recurrir a las cifras generales de disminución de hurto que constantemente está actualizando la Secretaría de Seguridad, Convivencia y Justicia (aunque no están especificadas por franja horaria), y unas declaraciones iniciales que hizo el secretario de Seguridad, Aníbal Fernández de Soto, y que le adelantó a EL NUEVO SIGLO el subsecretario de esta cartera el pasado 15 de mayo. Comencemos por ahí.

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Con relación a la disminución del hurto frente al Decreto 119 del 2922, “nosotros consideramos que está teniendo, hasta el momento, un impacto positivo”, indicó a este medio de comunicación el subsecretario Alejandro Londoño, quien añadió que del 21 de abril a la fecha en la ciudad se ha evidenciado una reducción importante en el número de hurto a personas, tanto en esos días como en esa franja horaria.

“El 21 de abril teníamos, en el mismo periodo de tiempo y de hora de la semana, 361 casos de hurto. Con corte al 5 de mayo tenemos una reducción, con 154 casos de hurto a personas. Hay una respuesta positiva frente a esta modalidad relacionada con la medida del parrillero y que es lo que más nos inquieta. Hasta el momento el balance es positivo”, puntualizó el subsecretario Londoño.

Y por otra parte, el pasado 2 de junio el secretario de Seguridad, Fernández de Soto, dijo que la medida de restricción del parrillero, en los días y las horas señaladas por el decreto reglamentario, conllevó a que el hurto en motocicleta en la capital disminuyeran, sobre todo los hurtos a residencias (en un 56%), bicicletas (en un 53%) y el hurto de celulares en un 19%.

“En el mes de abril fueron 9.332 casos, mientras que en mayo se registraron 7.070 casos de hurto. Es decir, que hemos visto una reducción mes por mes en los casos de hurto y eso se debe en buena medida a las acciones de prevención que hemos emprendido”, entre ellas el refuerzo de seguridad en Transmilenio, indicó a comienzos de este mes Fernández de Soto.

Por último a este respecto, y teniendo en cuenta que la intención última de esta y de otras medidas es la de reducir también los homicidios, vale referir que, de acuerdo con el Boletín mensual de indicadores de seguridad y convivencia de la Secretaría, en mayo se presentaron 99 homicidios, 18 menos que en mayo del 2021, cuando fueron 118.

El hurto a personas en mayo se redujo a 8.669 (el mismo mes del año previo hubo 8.799); el hurto a residencias disminuyó en forma sustancial pasando de 666 en mayo del 2021 a 352 este año; el robo de carros para los mismos periodos pasó de 333 a 277; el hurto de motocicletas pasó de 466 a 378, el hurto de celulares pasó de 4.498 a 4.337 y el hurto de bicicletas pasó de 917 a 544.

Variaciones que ha tenido la medida

Aunque en un principio esta medida comenzaría a regir a partir del 11 de abril, más adelante se cambió la fecha y su aplicación entró en vigencia el jueves 21 de ese mes, sumando ya dos meses en práctica.

Siete días más tarde, después de que el gremio de los motociclistas llamara la atención de la institucionalidad a través de una serie de manifestaciones y bloqueos que se adelantaron en forma pacífica, sobre varios inconvenientes que se derivarían de esta medida, el Palacio Liévano le hizo una serie de correcciones.

De esta manera el 7 de abril, una vez concluyó su reunión con el gremio de los motociclistas en Bogotá, la Alcaldesa socializó una serie de cambios adicionales a los que ya se habían anunciado, y en esencia el más relevante fue que las mujeres acompañantes estarían exentas de la restricción de parrillero en motocicleta.

"Lo más importante es que aquí tenemos un solo propósito y común que es cuidar a nuestras familias, y cuidar a Bogotá de esa amenaza criminal y terrorista que estamos enfrentando. Se mantendrá visible la placa de las motos ante cualquier autoridad o cámara de la ciudad, y se incluirá una excepción más al acompañante: solo habrá restricción a parrillero hombre. No habrá restricción si el acompañante es mujer", explicó la Mandataria de los bogotanos, quien además agradeció al gremio por su voluntad de cooperar para intensificar la seguridad ciudadana.

"Una vez más quiero agradecer a todos los motociclistas, comerciantes, ciudadanos, familias, a todos los bogotanos y bogotanas, que siempre hemos sabido que es unidos y con solidaridad como mejor podemos cuidarnos", precisó López.

¿Se hará permanente la medida? Todo parecería indicar que sí pero hay que esperar.