Grupos armados confinan poblaciones chocoanas | El Nuevo Siglo
Foto CICR.
Viernes, 8 de Marzo de 2019
Redacción Nacional

Aproximadamente 356 indígenas (121 familias) están confinadas por las restricciones a la movilidad y acceso a servicios de salud, abastecimiento de alimentos y riesgos en protección, alertó ayer la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).

Las personas afectadas pertenecen a la comunidad Alto guayabal del resguardo Uradá, territorio colectivo del municipio de Carmen del Darién, precisó la OCHA con base en datos suministrados por la Asociación de Cabildos Indígenas de Carmen del Darién Asociación de Cabildos (Cameruj) y el Cabildo Mayor Embera del Resguardo Uradá-Jiguamiandó (Asorewa).

La OCHA sostuvo que la situación se da en el contexto de los combates que se han registrado desde el 18 de febrero entre el Eln y el Ejército Nacional, además de bombardeos en Jiguamiandó, zona rural del municipio Carmen del Darién.

La prohibición por parte de los grupos armados hacia la población para transitar hacia otros corregimientos, y la alerta ante posibles accidentes con minas antipersonas en los senderos por donde transitan algunos de los miembros de la comunidad indígena, constituyen a algunas de las causas por las cuales se encuentran en situación de confinamiento y presentan dificultades en el acceso a sus parcelas y cultivos.

 

Intimidaciones

Se destacan intimidaciones y amenazas por parte del Grupo Armado Organizado (GAO) Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y del Eln contra líderes sociales que habitan estos territorios, causando temor en las comunidades circunvecinas de la cuenca del río Jiguamiandó. La presencia de cultivos ilícitos y exposición directa a las hostilidades en la zona dado los intereses de los grupos armados, es un factor que agudiza la situación actual. Adicionalmente, enfermedades como paludismo han causado la muerte de tres menores de edad en los últimos meses (diciembre 2018–febrero 2019), las cuales están asociadas a los vacíos estructurales para acceder a agua, saneamiento e higiene. Igualmente, las comunidades no cuentan con acceso a medicamentos ni se han realizado brigadas de salud por la situación de orden público.

Desde el 17 de febrero, la Comisión Intereclesial de Justicia y Paz junto con Peace Brigades International (PBI) se encuentran realizando presencia en los territorios colectivos de Jiguamiandó, e incidir en la activación de medidas urgentes para la atención, asistencia y reparación integral para las víctimas; así mismo, que se haga presencia de las instituciones municipales y departamental responsables y garantes de la seguridad y protección de la población civil.

 

Protección

El 26 de febrero se realizó un Comité de Justicia Transicional (CJT) en Carmen del Darién, el cual contó con la participaron la Defensoría del Pueblo, la Secretaría de Gobierno municipal y líderes de la Asorewa, con el fin de analizar la situación de seguridad y protección en la zona y evaluar acciones de respuesta, la Defensoría del Pueblo propuso realizar una misión humanitaria. Esta misión contaría con el acompañamiento de la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP-OEA), el Alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), la Federación Luterana Mundial (FLM), PBI, Misión ONU Colombia y la Comisión Inter eclesial de Justicia y Paz (CIJP); no obstante, se espera que se levanten las restricciones a las misiones humanitarias para el Sistema Naciones Unidas para visitar la zona.

EL Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) evalúa la posibilidad de implementar un proyecto en protección a líderes sociales en el área; por su parte, la Federación Luterana Mundial se encuentra implementando un proyecto de mitigación del riesgo y afectación por confinamiento y/o desplazamiento sobre la cuenca del Río Jiguamiandó, el cual se encuentra en fase de diagnóstico de necesidades y que contempla los sectores de seguridad alimentaria y nutricional, agua, saneamiento e higiene y protección.

El Equipo Local de Coordinación Chocó hace seguimiento a la situación, para coordinar acciones complementarias de respuesta en caso de ser necesario, posterior a los resultados de la misión que se tiene planeada realizar.