El Gobierno confirmó la reanudación de los diálogos de paz con las disidencias de las Farc, específicamente el 'Estado Mayor Central' (EMC) liderado por 'Iván Mordisco'. Esta decisión llega después de la crisis desencadenada por la suspensión del cese bilateral del fuego, con una serie de actividades previas programadas para preparar el terreno de cara al quinto ciclo de diálogos en mayo.
Primero, en abril, se realizará una sesión extraordinaria en San Vicente del Caguán, Caquetá, como parte de los esfuerzos para retomar el proceso de paz. Esta sesión será clave para abordar temas pendientes y reafirmar el compromiso de ambas partes con el diálogo y la reconciliación.
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Además, se llevarán a cabo reuniones por regiones para discutir aspectos específicos y avanzar hacia acuerdos significativos. Uno de los enfoques principales será el diálogo social en el Cauca, donde se busca fortalecer la participación de la comunidad en la construcción de la paz y la reconciliación.
Estas actividades preliminares servirán como preparación para el quinto ciclo de diálogos de paz, programado del 15 al 22 de mayo en Ocaña, Norte de Santander. Se espera que este ciclo sea un espacio para abordar temas cruciales como la reincorporación de excombatientes, la seguridad en las zonas afectadas por el conflicto y el fortalecimiento de la democracia en el país.
El presidente Gustavo Petro expresó su preocupación por la falta de señales de compromiso por parte del EMC hacia un proceso de paz serio: "El Emc del Cauca en sus diferentes frentes no dio desde el principio ninguna señal de querer un proceso serio de paz. Creyó, muy equivocadamente, que la negociación era para fortalecerse militarmente y que su fortalecimiento se hacía a partir de sujetar la población a sus estructuras y de financiarse con la economía ilícita y con el gran capital ilícito", declaró. Además, cuestionó la voluntad de paz del grupo al considerar que buscaban fortalecerse militarmente y financiarse de manera ilícita.
Por su parte, alias 'Iván Mordisco' ha sido objeto de críticas por parte del presidente Petro, quien lo ha señalado como un "traqueto vestido de revolucionario". Estas tensiones y acusaciones han marcado el contexto en el que se retoman las conversaciones de paz, con la necesidad de superar diferencias y avanzar hacia acuerdos que beneficien la estabilidad y la reconciliación en Colombia.
El anuncio de la reanudación de los diálogos de paz surge después de debates y análisis sobre la viabilidad y la efectividad de estos procesos en medio de la realidad política y social del país.