Los riesgos potenciales para la salud del uso de drones para la fumigación de cultivos ilícitos se reducen con la aplicación de estrategias de manejo seguro, manifestó el Ministerio de Salud al responder el cuestionario del debate de control político que se hará hoy en la Comisión Segunda del Senado.
A las 10 de la mañana están citados para hablar del diseño de estrategias para la regulación aérea de los drones los ministros de Defensa (Guillermo Botero), Ambiente (Ricardo José Lozano) y Agricultura (Andrés Valencia); los directores del Fondo Nacional de Estupefacientes (Andrés López), Policía Nacional (general Jorge Hernando Nieto), Aeronáutica Civil (Juan Carlos Salazar) y Cultivos Ilícitos (Claudia Lorena Álvarez); el comandante de la Fuerza Aérea Colombiana (general Carlos Eduardo Bueno); y los gobernadores de Norte de Santander (William Villamizar) y Nariño (Camilo Romero).
Los senadores citantes son José Luis Pérez Oyuela y Claudia Rodríguez, de Cambio Radical; Paola Holguín, del Centro Democrático; Antonio Sanguino, de la Alianza Verde; Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS); Juan Diego Gómez, del Partido Conservador; Berner León Zambrano, del Partido Social de Unidad Nacional (La U); Jaime Durán y Lidio Arturo García, del Partido Liberal.
Además de los citados, la Comisión aprobó un cuestionario para el Ministerio de Salud cuyas respuestas conoció EL NUEVO SIGLO.
Según el documento enviado por la cartera, se resalta que las técnicas establecidas por el Consejo Nacional de Estupefacientes y facultadas por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) para la erradicación de cultivos ilícitos en Colombia, actualmente incluyen la erradicación manual y la fumigación terrestre, mientras que la fumigación aérea fue suspendida.
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Sin embargo, el proceso operativo de fumigación de cultivos ilícitos con glifosato se encuentra regulado por el ANLA a través de la aprobación y seguimiento del Plan de Manejo Ambiental del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos aplicado por la Dirección Antinarcóticos de la Policía Nacional, como entidad encargada de la planeación, coordinación y ejecución de la fumigación de los cultivos ilícitos.
El Ministerio informó que “está haciendo acompañamiento al proceso piloto de aspersión con drones con su participación en las pruebas en cultivos experimentales, en las que se verificó el proceso operativo de la actividad, conforme a lo establecido en el protocolo para uso de Equipo de Aspersión terrestre Teledirigido a Baja Altura al Nivel del Dosel (Eatband), presentado por la Policía”.
Sobre los riesgos, explicó el Ministerio, que “los efectos colaterales a la salud humana en competencia, la fumigación de cultivos de uso ilícito por medio de drones es una estrategia que permite mejor efectividad en el control de estos, debido a que el herbicida se aplica directamente sobre el blanco, reduciendo posibles efectos colaterales”.
“A su vez, el riesgo de exposición accidental o inadvertida para la población se reduce significativamente, haciendo que el potencial riesgo derivado de la exposición al agroquímico, se circunscriba esencialmente sobre el personal que se encarga de la aplicación de la medida, quienes cuentan con las normativas apropiadas para su reducción a la exposición por medio de elementos de protección personal y, a su vez, son sujeto de vigilancia epidemiológica para riesgo químico en el marco del programa de seguridad y salud en el trabajo de la Policía Antinarcóticos”, precisó.
El Gobierno, a través del Minsalud, consideró “que la posibilidad de tomar medidas de protección del personal y de la población civil más efectivas, constituye el elemento diferenciador desde el punto de vista de salud. En efecto, el método de aplicación terrestre o con drones es similar al empleado de manera comercial para el cuidado de cultivos y, por ello, aunque las propiedades intrínsecas de peligrosidad de la sustancia se mantienen, es factible su uso siempre y cuando se cumpla con la estrategia de manejo seguro de plaguicidas, según lo establecido en el Manual Técnico Andino y las normas nacionales reglamentarias del uso y disposición responsable de agroquímicos. De esta forma, se reducen los riesgos potenciales para la salud, tanto de quienes realizan las actividades de fumigación y demás miembros del equipo operativo. Como de las comunidades de las zonas de influencia”.
Con todo, se precisó que, “debido a que se trata de una operación con margen de error atribuible a posibles situaciones relacionadas con velocidad de reacción y respuesta del operario y del equipo, eventualmente pueden presentarse situaciones como pérdida de control o caída del equipo, lo que no representaría un impacto severo, dada la menor cantidad de mezcla de aspersión transportada en el tanque del dron (estimado de 25 litros)”.