En que los bienes que no habrían sido declarados por las Farc, afectados con extinción de dominio entre 2016 y octubre de 2018, valen más de $2,4 billones, insistió ayer la Fiscalía al entregarle a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el informe de las rentas criminales de la guerrilla desmovilizada.
Según la Fiscalía, su rastreo de rentas ilícitas de las Farc detectó al menos 548 predios urbanos, 5.228 bienes rurales, 207 bienes baldíos, 284 establecimientos comerciales, 792.808 semovientes, 1.166 automotores, 232 activos en el exterior y evidencias de caletas de dinero.
Además, en el informe se precisó que la vinculación de las Farc al narcotráfico no se habría limitado a cobros a traficantes y cultivadores bajo la modalidad del “impuesto” de gramaje. Además, habría existido control directo de las distintas etapas del proceso de producción de cocaína
Lo referente a las fuentes y mecanismos de financiación de las Farc es uno de los dos nuevos frentes de investigación asociados con el conflicto armado relacionados en la quinta entrega de informes a la JEP efectuada ayer. El otro frente es la victimización a líderes sociales y defensores de derechos humanos por parte de agentes del Estado.
En cuanto a las fuentes y mecanismos de financiación de las Farc, el informe describe que dentro del conjunto de reglas y procedimientos que promulgó el grupo guerrillero dentro de su estructura jerárquica, aquellas que tuvieron como objetivo la regulación de sus finanzas ocuparon un lugar destacado.
Le puede interesar: Eln debe declarar cese unilateral para reiniciar diálogo: Gobierno.
De acuerdo con lo informado por la Fiscalía, las fuentes y mecanismos de financiación de las Farc vivieron un proceso de perfeccionamiento con el correr de los años, al pasar de una economía de guerra en esencia depredadora de riqueza, a otra en la que los recursos provenientes de actividades criminales eran invertidos en actividades económicas productivas.
El informe identifica tres principios rectores que determinaron el manejo de las fuentes y mecanismos de financiación de las Farc.
El primero es diversificación, pues desde su fundación hasta su desmovilización, las Farc diversificaron sus fuentes de financiación para pasar de una economía elemental, que encontraba sus recursos en aportes de simpatizantes, secuestros esporádicos y una vinculación artesanal a la minería, a una mucho más sofisticada basada en dineros provenientes del narcotráfico, secuestro y la extorsión, practicados a gran escala y, en el punto más alto de su perfeccionamiento, de las inversiones en actividades económicas productivas, tales como la minería, tierras y ganado.
El segundo es regionalización. No todas las fuentes de financiación pudieron ser aplicadas en todos los frentes de las Farc, dadas las posibilidades y los obstáculos que las economías locales planteaban, lo que generó una especialización económica de los frentes guerrilleros que privilegiaron unas fuentes económicas sobre otras. Así las cosas, se encontró que los grupos ubicados en regiones con presencia de economías cocaleras, desarrollaron formas de intervención en la producción de narcóticos, a diferencia de otros cercanos a zonas industriales que se vincularon en mayor medida al secuestro. Mientras, los frentes ubicados en zonas menos prósperas se apoyaron en la práctica de la extorsión a todo tipo de actores económicos, desde contratistas de obras públicas hasta pequeños comerciantes.
El tercer principio detectado es centralización. Los organismos superiores de la organización guerrillera se encargaron de controlar los gastos y los ingresos de los frentes, a través de la combinación de mecanismos administrativos y disciplinarios, de tal forma que sirvieran para garantizar su auto sostenimiento y financiar los planes militares a largo plazo.
El informe concluye que el secuestro extorsivo con fines económicos por parte de las Farc adquirió dimensiones económicas importantes con el paso del tiempo y se convirtió en una de las fuentes principales de financiación de la guerrilla.