De acuerdo con la secretaria de Planeación, Adriana Córdoba, el Plan que sacará esta Administración, estará articulado, como nunca antes, con la región circundante de la Capital
EL NUEVO SIGLO: En estos momentos Bogotá se sigue rigiendo por un POT del 2004. ¿Cuál es, en materia de Planeación, el reto más grande que tiene en estos momentos la Capital del país?
ADRIANA CÓRDOBA: Un reto grande es lograr las tres sostenibilidades: ambiental, económica y social. Ahora, que tengamos un Plan de Ordenamiento Territorial como el que tenemos hoy (el 190 de 2004) no es un obstáculo para lograr esa sostenibilidad. Explico: lo que no nos ha permitido una sostenibilidad equilibrada entre lo ambiental, lo económico y lo social ha sido que no hemos respetado precisamente la norma.
El 190, que hoy sigue vigente, es un POT muy importante porque pienso las tres estructuras del ordenamiento, es decir que, considero la estructura ecológica principal como ordenadora del territorio. Eso se ha dicho desde el 2004 y no hemos hecho caso. Hemos pasado por encima de esa decisión.
Ese POT pensaba en la ocupación del territorio como centralidades y eso, nos hubiese ahorrado los tiempos de desplazamiento que, a hoy, estamos teniendo en Bogotá. Ese POT, previendo eso, tenía diseñadas las centralidades por localidades, para lograr equipamientos y conglomerados productivos.
ENS: Entonces para la construcción de un nuevo POT, ¿Tomarán cosas del Plan de Desarrollo del 2004 y algo del Plan de Enrique Peñalosa?
AC: Para este nuevo POT vamos a tomar lo mejor de las diferentes propuestas de los planes de desarrollo que tenemos, es decir que, tomaremos cosas del 190, del Mepot, la propuesta de ordenamiento de Gustavo Petro en 2013 y también, del articulado de Enrique Peñalosa.
ENS: ¿Y qué elemento tomarán de cada POT?
AC: Del 190, como ya lo mencione, tomaremos la visión que tiene de las tres estructuras que te acabo de explicar, más la visión de integración regional. El POT del 2004 tiene una mirada de ciudad con la región clave.
Del Mepot retomaremos las cosas más importantes sobre cambio climático, todo el tema de adaptación al mismo y el componente ambiental. Y del POT, del 2019, del exalcalde Peñalosa, vamos a recuperar el sistema que tiene previsto de cargas y beneficios, para llevarlo en clave de revitalización y desarrollo. Entonces, no es una colcha de retazos sino traer lo mejor de lo construido por cada uno.
ENS: ¿Cuál es el cronograma del POT?
AC: Nosotros comenzamos desde el año pasado, en noviembre, cuando se constituyó la Mesa Ciudadana del POT. Las tres etapas que pide la Ley 388 son: una etapa de formulación, una etapa de concertación y una tercera de aprobación en el Concejo. En la de formulación la Secretaría de Planeación, desde enero hasta julio, realizará la revisión del diagnóstico y para eso, nos estamos apoyando en el diagnóstico de la propuesta del POT de Peñalosa. Estamos revisando el documento técnico de soporte, la cartografía y el proyecto.
Vamos a llevar a concertación ante la CAR, a partir de agosto o septiembre, el componente ambiental, rural y de riesgo. Los tres, ya tienen concertación con la Corporación, pero lo que nosotros haríamos es un ajuste a esa acta de concertación, de tal forma que, en septiembre, hagamos una segunda socialización y en el último trimestre lo presentaremos ante el Concejo Distrital para que lo tengan en discusión.
ENS: ¿Cuáles son los temas centrales de este POT?
AC: Hay seis temas que vamos a mejorar en el POT que la Alcaldesa, en su programa de gobierno, estableció y que 1.100.000 personas votaron en octubre. El primero, será el sistema de movilidad basado en el Metro y en líneas férreas. El segundo, será el de responsabilizarse del crecimiento de la Ciudad a partir de las proyecciones de población del Dane al 2035. El tercero, está relacionado con reconocer a la región como parte del ordenamiento de Bogotá.
El cuarto componente tiene que ver con darle a la estructura ecológica principal el carácter de primordial (el POT de Peñalosa lo veía más como parte del espacio público y no lo que nosotros queremos, es que sea ordenador del territorio).
El quinto tiene que ver con el sistema de cuidado, que es entender que la ciudadanía, y en particular las mujeres, tienen que poder tener acceso a servicios cercanos de calidad. Y el sexto es la revitalización sobre la ciudad ya construida. Estos, son los seis temas que estamos ajustando a la luz del POT del 2019, 2013 y 2004.
ENS: ¿Cómo se contempla a Bogotá-Región en el nuevo POT?
AC: Estamos trabajando Bogotá-Región a tres escalas: los municipios del primer borde o anillo, que son 14 y son con los que compartimos obligaciones con el fallo del Río Bogotá. Con los 24 municipios, de lo que podría ser la primera base de una región metropolitana, y luego los 116 municipios de Cundinamarca, entendiendo también que nuestra relación se extiende a los departamentos de la RAP-E y la Nación.
Adicionalmente, una de las cosas más importantes de este POT, es que queremos armonizarlo con los planes de la región. Nos interesa ver cómo está el Plan de Ordenamiento de Chía, Fusa, Facatativá, Madrid, etc., y por eso, el jueves de la semana pasada instalamos una mesa regional de POT con los 46 municipios de la cuenca del Río Bogotá y Cundinamarca, para que el ordenamiento territorial que hagamos todos, sea armónico. Este, es un gran cambio porque la Administración Peñalosa no concibió la región como vital. El nuestro en movilidad, medio ambiente y los temas de población, tendrá contribuciones de todos los 46 municipios.
ENS: Secretaria, para las personas que no leyeron el POT de Enrique Peñalosa, ¿cuál era su pero más grande?, ¿por qué, de acuerdo con usted, no se aprobó?
AC: La razón es una respuesta que tendrán que darla los concejales porque fueron quienes tomaron la decisión. Ahora, si nosotros dijéramos: qué es lo que en esta Administración podemos ajustar más a esa propuesta, como ya lo mencioné, ello tendría que ver con devolverle a la estructura ecológica su carácter principal, para que los ríos, cerros y humedales sean ordenadores del territorio. Eso significa que las otras estructuras como las vías, los equipamientos o la construcción de vivienda, respeten la ronda del río. Y preservar no solo lo que se está preservando, sino su potencial.
Por ejemplo, la Reserva Thomas van der Hammen tiene 1.365 hectáreas y un Plan de Manejo Ambiental del 2014. En el mismo, se acepta que de todas esas hectáreas, 35 son urbanizables. El resto no. Tenemos que hacerle preservación y reforestar más o menos 600 hectáreas. Ese Plan valía $250.000 millones en recursos del 2014. Hoy, no hemos invertido ni el 1% de lo que nos tocaba. La estructura ecológica, al recobrar su carácter en el POT, implica reorientar los recursos y hacer caso al Plan de Manejo Ambiental. Y si por ahí se nos había ocurrido hacer una carretera, pues no hacerla.