Las autoridades de la Policía Metropolitana de Bogotá se movilizaron en respuesta al avistamiento de un cadáver flotando en el río, ubicado detrás del aeropuerto El Dorado.
El cuerpo, inicialmente observado por trabajadores de la terminal aérea, desencadenó una respuesta diligente por parte de las autoridades, quienes se encuentran inmersas en la investigación del incidente. Según el informe oficial, el hombre fallecido, cuya identidad aún no ha sido divulgada, fue encontrado con todas sus pertenencias, descartándose así la posibilidad de un robo.
A pesar de la ausencia de indicios evidentes de violencia en el cuerpo, peritos forenses se desplazaron al lugar para llevar a cabo el correspondiente levantamiento, con el propósito de arrojar luz sobre las circunstancias exactas de la muerte. La presencia del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía (CTI) refuerza la seriedad del proceso de inspección del cadáver.
Las autoridades descartan la hipótesis de un atraco, aunque persiste el enigma en torno a las causas del fallecimiento. El cuerpo, que exhibía signos de descomposición al momento del hallazgo, sugiere que el deceso pudo haber ocurrido horas antes. La falta de detalles sobre la identidad del fallecido y las circunstancias precisas de su muerte subrayan la complejidad del caso.