Las diferencias que han enfrentado a los gobiernos de Colombia y Venezuela en el último año se trasladaron este miércoles a la Sesión Extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), en donde el canciller Carlos Holmes Trujillo y el embajador ante ese organismo, Alejandro Ordoñez, controvirtieron con la representante de ese país, Asbina Ixchel Marín, después de que ella señalara a Bogotá de querer, junto con Estados Unidos, derrocar al presidente Nicolás Maduro para que se instale un gobierno “títere”.
Todo comenzó cuando el Canciller colombiano anunció que en la próxima asamblea general de la OEA, que se desarrollará en junio próximo en Medellín, se presentará la carta de navegación ante el éxodo de venezolanos por la crisis en su país.
Fue entonces que la diplomática venezolana solicitó la palabra y dijo “Colombia es el país de las desapariciones forzadas, de las ejecuciones extrajudiciales y de la parapolítica. ¿Cuál es la autoridad que tiene el presidente Duque para liderar una coalición internacional e imponer, por la fuerza, un gobierno títere en Venezuela?”.
Aseguró Marín que “el gobierno de Colombia en conjunción con el gobierno de los Estados Unidos planea derrocar al gobierno de Venezuela por todos los medios, desde el sabotaje económico, pasando por el golpe de Estado, hasta llegar a una intervención militar, no tienen escrúpulos”.
Frente a estas afirmaciones el canciller Trujillo replicó que, “siempre hemos actuado y vamos a continuar actuando a través de medios políticos y diplomáticos para lograr el restablecimiento de la democracia donde quiera que esté desapareciendo, como es el caso de Venezuela en virtud de la tiranía de Maduro. De manera que Colombia está cumpliendo como Estado miembro de la OEA e integrante del sistema interamericano”.
Por su parte el embajador Alejandro Ordóñez señaló también que, “no renunciaremos a la necesaria defensa de los derechos humanos, al restablecimiento de la institucionalidad, no renunciaremos a que la civilidad nuevamente regrese al vecino país. Y estamos seguros que de esa manera estamos interpretando el sentimiento de la región y países miembros de la OEA”.
Añadió el ex procurador Ordóñez que, "Colombia siempre ha rechazado la solución belicista, la solución militar, pero siempre ha insistido e insistirá, con igual contundencia, en la necesidad de que se restablezca el ordenamiento jurídico roto”.
Lea también: Colombia firmaría Pacto de Migraciones
Renovar el organismo
El canciller Trujillo también hizo énfasis en el Consejo Permanente en la necesidad de adecuar la OEA para que responda a las realidades mundiales actuales y en particular del continente americano.
“Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de adecuar la Organización de Estados Americanos y el sistema interamericano en su conjunto, a las actuales realidades globales y hemisféricas… Tenemos que renovar nuestro compromiso con el régimen democrático interamericano e innovar en cuanto a los procedimientos y mecanismos más idóneos para hacerlo efectivo”, puntualizó el Jefe de la cartera de Relaciones Exteriores de Colombia.
Y así continuó: “Estoy hoy aquí, en nombre del Gobierno, en nombre del presidente Iván Duque y de todos los colombianos, con el fin de formular ante ustedes y con ustedes un acto de fe; un acto de fe en el sistema interamericano, un acto de fe en la Organización de Estados Americanos, un acto de fe que surge de la más profunda convicción de que hay respuestas a los grandes desafíos que enfrentamos en las Américas, que solo el sistema interamericano, con los valores y las cualidades que le son más propios, y a pesar de sus limitaciones puede ofrecer”.
“Si renovamos nuestros compromisos e innovamos en la manera en que hacemos las cosas, tendremos no solo un sistema interamericano más eficiente, eficaz y conducente, sino un sistema interamericano a la altura de las preocupaciones y las esperanzas de los ciudadanos, un sistema interamericano para la ciudadanía interamericana”, manifestó.
Para cerrar advirtió que, “el deterioro de la democracia en una zona de las naciones del hemisferio, tiene consecuencias en todos los órdenes para todas las demás, la experiencia reciente de rupturas del orden democrático da buena cuenta de ello; un continente que tanto ha luchado por la democracia no puede renunciar a ella”.