El Distrito objetó parcialmente el proyecto de acuerdo de Emergencia Climática, en específico solo una de las más de 50 acciones, la 4.1.3, en la que obliga al Distrito a que todas las renovaciones de flotas de los componentes Troncal y Zonal deben hacerse a movilidad eléctrica a partir de 2022, hecho que no es viable financieramente.
En ese sentido, la Alcaldía indicó que "si el Concejo se comprometiera en aprobar las fuentes necesarias para acelerar la renovación de la flota, tal como se hace en otros países y ciudades del mundo, la Administración respaldaría cualquier acuerdo en ese sentido. Pero generar la obligación sin recursos no es viable ni sostenible".
- Le puede interesar: Veeduría pide explicaciones por aglomeración en parque
A través de un comunicado, la administración de la alcaldesa Claudia López reiteró que está comprometido con la meta de reducir en 10 % la concentración de material particulado PM10 y PM2.5 en los próximos cuatro años, mediante la implementación del Plan de Gestión Integral de Calidad de Aire, que se encuentra en formulación y se pondrá en marcha en 2021.
Por lo tanto, está implementando el Plan de Acción Climática de Bogotá 2020 - 2050, donde se incluye la gestión para la reducción de, al menos, 15 % en la emisión de Gases de Efecto Invernadero – GEI en 2024 y ha venido renovando la flota Troncal y Zonal.
"Los hechos demuestran cómo la Administración Distrital ha avanzado en la implementación de tecnologías cada vez más limpias y continuará trabajando en ese sentido en la medida de sus posibilidades y restricciones fiscales. Sin embargo, obligarse a comprar y renovar flota exclusivamente eléctrica, sin la posibilidad de generar competencia y sin respaldo fiscal, no sería responsable", puntualizó.
Impacto fiscal por acudir exclusivamente a flota eléctrica
Según el Distrito, renovar la flota exclusivamente con tecnología eléctrica tendría un impacto fiscal significativo en la ciudad, pues implicaría un esfuerzo mayor para el SITP al incluir una restricción de adquisición con una tecnología que, además, requiere nueva infraestructura.
Acelerar el proceso de transición hacia la movilidad eléctrica no significa necesariamente hacerlo bien, más cuando ya hay una hoja de ruta establecida. Además, la ciudad se encuentra haciendo grandes esfuerzos en términos de inversión para mitigar la crisis social y económica producto del COVID-19.
De realizar la renovación y adquisición de flota exclusivamente con tecnología eléctrica a partir de 2022, frente a otras tecnologías la diferencia en el Fondo de Estabilización Tarifaria – FET en el periodo 2021 – 2031 sería de $4.2 billones.
“De ser necesario apropiar los recursos adicionales para acelerar la adquisición de la flota eléctrica en los términos indicados en el proyecto de acuerdo, se generaría un impacto negativo en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, afectando el indicador de sostenibilidad de las finanzas del Distrito, aspecto que tendría gran repercusión en la calificación de riesgo de la ciudad”, explicó Juan Mauricio Ramírez, secretario de Hacienda.
Renovación de la flota avanza
En los últimos años, dentro de la flota del SITP se ha duplicado la participación de tecnologías vehiculares de cero o bajas emisiones de material particulado (estándares de emisión EURO V o superior), al pasar del 33,1 % en 2014 a más del 60 % en la actualidad. De esta manera, ha consolidado una flota más limpia, un referente en el continente.
Además, la ciudad ya ha tomado importantes decisiones para migrar hacia tecnologías limpias, como el Corredor Verde por la Carrera Séptima con tecnología 100 % eléctrica y la construcción de más cables aéreos en diferentes localidades, como alternativa de transporte amigable con el ambiente.
En cuanto a TransMilenio, el ascenso tecnológico y la renovación de la flota de los componentes Troncal y Zonal por vehículos de cero (eléctricos) y bajas emisiones es un compromiso que asumió la ciudad, pero debe implementarse de manera gradual, teniendo en cuenta que dicho proceso no afecte la viabilidad económica del sistema y que en el mercado existan suficientes proveedores de nuevas tecnologías y oferentes para los procesos licitatorios. Además, el mismo acuerdo 732 de 2018 aprobado por el Concejo de Bogotá ya reconoce la gradualidad y, sobre todo, determina una ruta hacia la transición a la movilidad eléctrica en Bogotá.
Con estos dos preceptos, oferta en el mercado y viabilidad económica, TransMilenio ha dado pasos significativos en el ascenso tecnológico de su flota para tener cada vez más vehículos amigables con el ambiente.
Fuentes alternativas de ingresos
“La Secretaría de Movilidad está trabajando en la búsqueda de un sistema de tarifas más equitativo que separe la operación del sistema de transporte público del costo para usuario, de tal manera que el sistema se pueda sostener sin necesidad de un aumento tarifario, para proteger especialmente a las personas más vulnerables. Esto se ve reflejado en la meta del Plan Distrital de Desarrollo de implementar cuatro nuevas fuentes de fondeo para el SITP”, agregó, por su parte, Nicolás Estupiñán, secretario de Movilidad.
Aún no se han implementado alternativas en este sentido, pues no se han viabilizado fuentes como el estacionamiento en vía (a cuya implementación se opuso el Concejo) y la contribución a parqueaderos (que estaba en el proyecto del Plan de Desarrollo, pero el Concejo sacó el artículo). Una vez se logre avanzar en esas fuentes, será factible revisar el tema de renovación de flota únicamente con tecnología eléctrica. Pero antes, lo responsable y necesario es evaluar la sostenibilidad fiscal del sistema, teniendo en cuenta la situación por la coyuntura de la pandemia.
Ascenso tecnológico de la flota
En el componente Zonal se están incorporando 483 buses eléctricos en el marco del proyecto Fase V para extender la cobertura del sistema a las zonas actualmente atendidas por el esquema Provisional y el Otrosí estructural firmado entre TRANSMILENIO S.A. y sus operadores zonales, lo que convierte a Bogotá en la capital de la movilidad eléctrica del país y un referente en el continente, al contar con una de las flotas más grandes de esta tecnología.
Estos vehículos ya están entrando en operación de manera gradual, proceso que se extenderá hasta el primer trimestre de 2021.
Adicionalmente, en el marco de Fase V y el Otrosí, en lo corrido del año se han vinculado 563 buses zonales nuevos con estándar de emisión Euro VI, como parte del compromiso de renovación del parque automotor y la reducción de emisiones.
Para hacer la equivalencia, 6.000 buses con tecnología a gas natural vehicular y estándar de emisión Euro VI emiten la misma cantidad de material particulado que un solo bus antiguo con estándar de emisión Euro II por cada kilómetro recorrido.
Por otra parte, en el componente Troncal se renovó la totalidad de la flota de las fases I y II con 1.441 buses articulados y biarticulados con tecnología Euro V con filtro y Euro VI, que emiten 95 % menos material particulado en comparación con la flota reemplazada con estándar de emisión Euro II y III. Cabe destacar que este proceso licitatorio también estaba abierto para tecnología eléctrica y contaba con una bonificación en el puntaje.
“Estamos comprometidos por mejorar la calidad del aire en la ciudad y tener un sistema limpio y amigable con el ambiente. Por eso estamos en el proceso de ascenso tecnológico de la flota, que debe ser gradual y cuidadoso, pues hacerlo de manera apresurada pondría en riesgo la viabilidad económica del sistema y, en últimas, la prestación del servicio para nuestros usuarios”, concluyó Felipe Ramírez, gerente general del sistema masivo.
Responde la concejal Susana Muhamad
Ante este hecho, la concejal que promovió este proyecto, Susana Muhamad (Colombia Humana), indicó que la alcaldesa Claudia López objetó el proyecto de acuerdo de emergencia climática y, aunque está de acuerdo en 10 mandatos y prácticamente las 50 estrategias, la única en la que no esta de acuerdo es la que más efectos positivos podría implicar.
"La estrategia que no tiene acuerdo por parte del Alcaldesa es aquella en donde decimos que a partir del año 2022, no se podrá comprar flota con base en combustibles fósiles para el sistema de transporte público de Bogotá en todos los tipos de voces. Eso nos parece que es contradictorio con el mismo compromiso que hacen Alcaldesa en la otra parte del acuerdo, que es reducir las emisiones de clases de efecto invernadero en un 50% al 2030", comenzó por referir la concejal.
Adicionalmente, la concejal dijo que, por el contrario, Transmilenio parece no entender "y no se ha dado cuenta que es el mismo presidente Duque, que esta semana anunció que ante la grave emergencia climática el país se va a comprometer a una reducción del 50%, al igual que lo hizo la Alcaldesa", precisó.
#ClaudiaNoMasBusesContaminantes objetar el artículo de la declaratoria de Emergencia Climática, que pone freno desde el 2022 a la compra de buses con combustibles fósiles, pone en vilo el propósito de emisiones cero, un punto clave para enfrentar la crisis climática. pic.twitter.com/DHtKopMIAY
— SusanaMuhamad (@susanamuhamad) December 1, 2020
Asimismo, explica que es falso lo que dice Transmilenio con respecto a que se necesitarían $4 billones adicionales para pagar la diferencia que costaría la flota eléctrica versus la flota de Diesel o gas de los zonales provisionales que se deben reemplazar de aquí al 2030.
"Transmilenio está haciendo las cuentas incompletas y de manera sesgada. La idea es entender que el bus eléctrico si cuesta más en cuanto a la inversión... pero cuesta mucho menos en su mantenimiento y además puede operar en el sistema durante 15 años, mientras que el bus Diesel sólo puede operar 10 años", puntualizó.
En ese sentido, Muhamad indica que es considerablemente menor el costo de los buses eléctricos que los buses gas, por lo cual se "debería redundar en bajar la tarifa a los usuarios o bajar los aportes que hace el Distrito para pagarle a los operadores".