LAS COMISIONES Económicas Conjuntas continuarán abordando desde el próximo 17 de septiembre, la discusión del Presupuesto General 2025. Sin un punto de acuerdo entre parlamentarios y Hacienda. EL NUEVO SIGLO consultó con los congresistas coordinadores y ponentes, sobre: ¿qué se abordará en la discusión?; ¿cómo evitar que el Gobierno ahonde el hueco fiscal, y ¿cuál es la viabilidad de la ley de financiamiento?

Inicialmente, el senador y presidente del Senado, Efraín Cepeda, dijo a este Diario que “tenemos claro que todavía se pueden reabrir las proposiciones, pero lo cierto es que la propuesta del Gobierno nacional quedó negada en dos ocasiones, esa no tiene opción de discusión. Pero, si el Gobierno puede considerar la proposición de la Comisión Tercera del Senado para que aprobemos un monto por $511 billones, se podría abrir la discusión para la próxima sesión”.

Consecuentemente, el senador Carlos Meisel agregó que “nosotros no podemos ser tan irresponsables de dejar la puerta abierta para que le sigan clavando a los ciudadanos porque entre otras cosas, la falta de recaudo, lo que le está diciendo al Congreso es que el Gobierno está administrando de manera incorrecta los recursos, y más con la falta de ejecución. Entonces, lo que vamos a decir es que cualquier monto que implique generar más impuestos, hay que estudiar muy bien sus alcances e impactos para los ciudadanos”.

Seguidamente, el senador Miguel Uribe explicó que “el presupuesto para 2025 está desfinanciado en 34,6 billones de pesos, y a pesar de esto, el Gobierno insiste en querer incrementar el tamaño del Estado en 8%. Este aumento solo beneficia la burocracia, mientras que sectores clave como infraestructura, educación, vivienda y defensa sufrirán recortes importantes”.

Por su parte, el senador Carlos Julio González advirtió que “el plazo vence el 15, y ya estamos citados la próxima semana para iniciar el trámite de la ponencia hacia el primer debate. Va a ser muy complejo en cómo le damos debate al proyecto de presupuesto sin un techo en el monto, el martes vamos a definir cuáles son las reglas del juego, qué es lo que vamos a discutir y cuáles son los tiempos para discutir”.

Objeto del debate

Bajo ese sentido, la senadora Angélica Lozano, expresó que “las comisiones tercera y cuarta del Senado, le han dicho al Gobierno que retire la propuesta de los $523 billones, radíquela por $511 billones y sigamos. Pero, nadie tiene los votos para imponerse ni el Gobierno pudo con el Congreso ni el Congreso tiene los votos para imponerse frente al Ejecutivo”.

Desde la Cámara de Representantes, Olga Lucía Velásquez explicó que “antes del 15 de septiembre, no hubo un acuerdo para votar el monto, hubo un episodio como durante la administración de Andrés Pastrana, no se votó el monto, continuaron con la discusión hasta el primer debate y en ese escenario se definió el monto con esa ponencia. Entonces creemos que jurídicamente podemos seguir con la discusión y aprobar el 25 de septiembre un monto en el primer debate”.

De igual forma, el representante Mauricio Parodi, aseveró que “todavía podría haber algún margen de maniobra en términos de tiempo, lo que no se ve es un acuerdo político. El presupuesto de la Nación, incluyendo el monto del mismo se hace de una manera coordinada entre el Gobierno y el Congreso, el Legislativo le está diciendo al Ejecutivo que los $523 billones está muy alto y no tiene justificación para tanto”.

Un hueco fiscal

Al respecto, el senador, Efraín Cepeda, explicó que “ese es el deber ser, y en este caso es necesario mirar lo que sucedió en esta vigencia 2024, nos pusieron a aprobar un presupuesto con 15 billones de pesos adicionales que tenían para recaudar y como no los recaudaron vino la tijera de $20 billones”.

Acto seguido, el senador Meisel agregó que “lo primero es decirle al país, que no nos salgan con ningún “cuento chino” porque el Congreso negó el monto presentado por el Gobierno porque es inviable. Lo segundo, pese a todos los defectos que pudo haber tenido otros gobiernos, pero no ha habido un Gobierno tan irresponsable como este”.

A su turno, el senador Miguel Uribe dijo que “es evidente que este Gobierno no lo ha hecho bien, ha sido irresponsable, y fue al Congreso con una actitud déspota a decir que o se aprueba el presupuesto como ellos quieren o sino entonces no le van a cumplir las promesas que le hicieron”.

De igual forma, el senador Carlos Julio González manifestó que “aprobar el monto contemplando lo que se espera recaudar por una ley de financiamiento que no conocemos ni en sus impactos ni en sus posibilidades de recaudo era tremendamente irresponsable, y por eso, la decisión era que el monto se redujera en su real valor de $511 billones”.

Luego la senadora Angélica Lozano expresó que “este nuevo territorio nos lleva hasta el 25 de septiembre para aprobar el primer debate de ponencia. La importancia del debate es que, si el presupuesto llega a salir por decreto, el Gobierno puede aprobar el del año anterior, no otro”.

Por su parte, la representante Olga Lucía Velásquez añadió que “la discusión se va a dar en la base de los $ 523 billones, se puede bajar a $511 billones, o encontrar un punto intermedio dependiendo de cómo vaya el trámite de la ley de financiamiento. En caso contrario, el Gobierno debe apretarse el cinturón”.

A causa de los discutido, el representante Mauricio Parodi advirtió que “hay varias propuestas de $490, $493, $511 billones, que conllevan a diferentes análisis. Estamos haciendo un llamado al ministro de Hacienda para que articulado con el Congreso logremos llegar a una cifra que sea razonable, justificable y que sean ingresos que efectivamente sí se van a poder recaudar el año entrante”.

Tributaria o financiamiento

Al respecto, Efraín Cepeda explicó que “el llamado para el Gobierno es la concertación, de manera que la propuesta de la Comisión Tercera está sobre la mesa. Aprobemos por $511 billones, debatamos los $12 billones y luego lo que salga del debate de los $12, es decir 2,4,6 u 8 billones, lo que salga, vaya a un presupuesto adicional”.

Por su parte, el senador Meisel añadió que “el cuello de botella, es que el Gobierno nacional no va a hacer reajustes a sobre la determinación que ya tomó y va a mantener siempre una posibilidad que el Congreso le apruebe algo, para después venir con una ley de financiamiento, con una reforma tributaria, o con alguna carga impositiva para los ciudadanos”.

Por consiguiente, el senador Miguel Uribe advirtió que “la reducción del presupuesto es necesaria para evitar una crisis económica. El Comité Autónomo de la Regla Fiscal ha sido claro: el recorte debe ser de 34,6 billones de pesos, y no aceptamos una reforma tributaria que solo agravaría la situación fiscal y asfixiaría aún más a los colombianos. Colombia no aguanta más impuestos”.

Del mismo modo, el senador Carlos Julio González sostuvo que “obviamente con la desfinanciación del presupuesto en $12 billones claramente establecidos y sometidos a una ley de financiamiento que es una reforma tributaria, obligó a que desde las Comisiones Económicas del Senado de la República expresáramos la necesidad de no atar el monto del presupuesto a una anticipada aprobación de una ley de financiamiento”.

Por su lado, la senadora Angélica Lozano indicó que “tenemos que encontrar las mejores soluciones para el país. Es cierto que muchos congresistas han dicho que nada de ley de financiamiento y tienen toda la razón porque de ahí se desprende buena parte del retraso que tiene la discusión”.

Asimismo, la representante Olga Lucía Velásquez aseveró que “la propuesta por $519 billones de monto es con una ley de financiamiento que incluyera adelantar la regla fiscal que daba un espacio de $5,6 billones y el descuento de hasta el 85% de intereses en mora a cerca de 263.000 contribuyentes de IVA, de retención en la fuente, del impuesto de renta que podemos recaudar”.

Por último, el representante Mauricio Parodi señaló que “el Gobierno está tercamente cerrado a la banda que la cifra debe ser de 523 billones de pesos y ha mandado el mensaje que, si no aprobamos lo que ellos dicen, pues lo sacan por decreto. Entonces, el Congreso lo que ha mostrado es su indisposición con el Gobierno de aprobar un presupuesto de ingresos que no tiene ninguna justificación”.