El presidente Iván Duque anunció este miércoles que durante su mandato de cuatro años buscará acabar con al menos 140.000 hectáreas de narcocultivos en Colombia, tras la crecida histórica de estos sembradíos que preocupa a Estados Unidos.
"Yo quisiera decir que en los próximos cuatro años nosotros pudiéramos por lo menos reducir más de 140.000 o 150.000 hectáreas. No es fácil, pero esa es la meta que queremos trazarnos", dijo a la prensa en Bogotá.
La declaración del mandatario se dio un día después del encuentro que sostuvo con una delegación de altos funcionarios norteamericanos, encabezada por James Carroll, subdirector de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos.
Según la embajada estadounidense en Colombia, la reunión tuvo como meta fortalecer los mecanismos de cooperación contra el narcotráfico, que incluyen la lucha "contra el preocupante aumento del cultivo de coca" que alcanzó la cifra récord de 209.000 hectáreas sembradas en 2017.
El encuentro ocurrió dos meses antes de que Donald Trump, que ha criticado con singular severidad el aumento de narcocultivos en Colombia, visite el país.
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"Lo que hablamos con el doctor Jim Carroll es que tenemos una herencia preocupante de cultivos ilícitos", agregó Duque.
El mandatario asumió el poder el 7 de agosto y ha cuestionado la estrategia antidrogas de su antecesor Juan Manuel Santos, que combinaba la eliminación de plantaciones con acuerdos de sustitución voluntaria con los campesinos cocaleros.
Durante el mandato de Santos, los sembradíos ilícitos tuvieron un alza histórica que el gobierno de entonces atribuyó, entre otras, a estímulos a campesinos cocaleros consagrados en el acuerdo de paz que desarmó y transformó en partido a la exguerrilla FARC el año pasado.
En el pacto, apoyado por Estados Unidos, los excombatientes se comprometieron a ayudar a combatir el narcotráfico, cuyos recursos financiaron su levantamiento armado de medio siglo.
Sin embargo, Duque afirmó que Carroll le aseguró el respaldo del gobierno Trump a su estrategia contra el tráfico de drogas que incluye erradicación forzosa de los cultivos ilegales y persecución al microtráfico.
Tras casi cuatro décadas de combate al narcotráfico, Colombia sigue siendo el principal productor mundial de cocaína y Estados Unidos el mayor consumidor de esa droga.
A raíz del repunte del cultivo y tráfico de drogas, el gobierno de Duque examina retomar las fumigaciones aéreas con el herbicida glifosato, suspendidas desde 2015 por potenciales afectaciones a la naturaleza y la vida humana. El gobierno estadounidense apoya la iniciativa.