Pasado mañana se cumplirán dos años desde que Claudia López ganó las elecciones y se convirtió en la primera mujer alcaldesa de la ciudad, con una votación de 1.109.362 votos, tres puntos porcentuales por encima del apoyo popular que obtuvo el candidato de Bogotá para la gente, Carlos Fernando Galán.
En los últimos 24 meses, la ciudad tuvo que sortear una pandemia sin precedentes con un confinamiento que afectó de manera significativa el desarrollo económico y los índices de desempleo, exacerbando una crisis social.
En estos dos años la Administración también tuvo que enfrentar dos oleadas de manifestaciones masivas, la primera en noviembre del año pasado y una segunda que comenzó en abril de este 2021 que aún tiene brotes esporádicos de disturbios.
Hoy enfrenta uno de los peores escenarios de inseguridad y delincuencia. Ha tenido que lidiar con un sistema de transporte masivo al borde del colapso y, en términos generales, hoy se enfrenta a una ciudadanía que ha denunciado un abandono generalizado de la ciudad que, por hacer mención de apenas algunos aspectos, se ha traducido en basuras sin recoger y una malla vial que le ha propinado más de un dolor de cabeza
También en estos 24 meses, Bogotá robusteció de manera significativa el sistema de salud, lo potenció para las mujeres cuidadoras con la instalación de siete manzanas del cuidado sin precedentes y tiene al 58,5% de la población que se debe inocular para alcanzar una cobertura útil, con el cuadro de vacunación completo contra el covid-19.
Con esa fotografía de estos dos años de gobierno, y recordando que la alcaldesa comenzó su mandato con una popularidad de 67% (Invamer Gallup, febrero 2020), aprobación que hoy está en el 19%, ¿cuál es el balance que hacen concejales y excandidatos a la Alcaldía de la gestión de la administración distrital?
Llama la atención que, si bien todas las personas consultadas por este medio reconocieron que esta Alcaldía ha tenido que sortear una serie de factores que nadie esperaba que se presentaran, ha sido más la forma de gobierno, las promesas de campaña incumplidas y el modo en que dejado de asumir algunas de sus responsabilidades, las que rajan a la mandataria distrital.
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Excandidatos opinan
Por ejemplo, para el excandidato a la Alcaldía Carlos Fernando Galán, si bien las circunstancias que le tocaron padecer a este gobierno no pueden desconocerse, sí advirtió que su liderazgo no ha estado a la altura de las expectativas que generó durante la campaña, tanto de quienes la acompañaron como de quienes no lo hicieron.
“La gente esperaba más, mucho más. Por ejemplo, la gente esperaba más en términos de un gobierno innovador en la participación ciudadana y eso no ha ocurrido; en el POT no ocurrió”, dijo el excandidato Galán, quien acto seguido se refirió a la desilusión generada por el hecho de que esta Alcaldía ha realizado muchas de las cosas que dijo que no haría en su gobierno, lo que ha afectado la credibilidad y la confianza de los ciudadanos.
Adicionalmente, Galán se refirió a uno de los grandes lunares: la seguridad. “Eso no va bien y pese al esfuerzo de las últimas semanas, la política a largo plazo no es clara y lo que hemos visto ha sido un deterioro permanente de la seguridad. La gente está desesperada, con razón, y el gobierno se dedicó por mucho tiempo a decir que era un tema de percepción y no de realidad y eso lo hizo perder buena parte del tiempo de estos dos primeros años”.
Asimismo, y tal vez de manera más significativa, el excandidato dijo que el talante de la alcaldesa ha sido problemático, en particular la forma en la que ha abordado sus responsabilidades.
“Las ha evadido permanentemente. Pelea con todos los demás actores, trata de responsabilizar a otros cuando hay un problema pero asume el éxito cuando hay una política efectiva, muchas veces asumiendo el éxito de otros y eso lo hemos visto con el relacionamiento que ha tenido con el Concejo. Un día nos ataca o acusa de algo grave y al día siguiente nos agradece porque ciertamente esta ha sido una corporación que le ha dado todas las herramientas que ha pedido, ¡todas! Nadie había tenido las herramientas que ha tenido esta Alcaldía por cuenta del Concejo”, sostuvo a este medio el excandidato y concejal de Bogotá.
Por su parte, el candidato de la coalición Colombia Humana-UP-MAIS, Hollman Morris, se refirió a un aspecto en particular que no fue abordado por ninguna otra de las fuentes consultadas: la crisis que atraviesa Bogotá en materia de derechos humanos.
“A la alcaldesa Claudia López se le debe denunciar por su violencia sistemática de Derechos Humanos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Ella es la representante del Estado colombiano en Bogotá y es la veedora de los DD.HH. en la capital. El delegado de los mismos, Andrés Idárraga, denunció en su momento que Bogotá no tenía una política de derechos, lo que le abrió campo a una represión como nunca antes había vivido la ciudad”.
Morris sostuvo que cuando se afectan los derechos de esa forma, “uno no puede hablar de una buena gobernanza. Eso, para no extenderme en lo que tiene que ver con todas sus promesas incumplidas; con prometer públicamente una cosa pero gobernar con la agenda de Enrique Peñalosa”.
Análisis desde el Concejo
Ahora bien, la relación entre el Palacio Liévano y el Concejo de Bogotá ha tenido altos y bajos, y en el marco de discusiones álgidas como el del cupo de endeudamiento, el Plan Marshall, el rescate social y ahora el Plan de Ordenamiento Territorial, ha subido de tono. Voces de gobierno y de oposición, ¿qué balance proponen?
Diego Cancino, el concejal que encabezó la lista al Concejo por la Alianza Verde, coincidió en que a la alcaldesa le tocó bailar con la más fea y Claudia López llegó a la Alcaldía, como lo indicó el concejal Galán, con elevadas expectativas de transformación en la forma de gobernar.
Explicó que, si bien el contexto debe contemplarse en un balance de esta o de cualquier Administración durante la pandemia, “la forma de gobernar no ha sido una forma abierta, discursiva y dialogante, y en muchos casos ha habido expresiones autoritarias y de estigmatización”.
“La cultura Mockusiana implica que el gobernante sea educador y ante la crisis innovador. Eso quiere decir que si uno está asumiendo una actitud pedagógica a la hora de gobernar, lo que uno promete lo debe cumplir o explicar sus limitaciones. La coherencia es fundamental y, por ejemplo, con Transmilenio y la cimentación de los humedales de Tibabuyes y Jaboque esa coherencia no la hemos visto”, sostuvo a este diario el concejal Cancino, quien también se refirió a otros hechos como la estigmatización a los venezolanos y el uso “excesivo” de la Fuerza Pública.
Por su parte, el concejal de la Alianza Verde, Martín Rivera Alzate, señaló de manera concreta que esta “ha sido una Administración decepcionante. Claudia López hizo campaña en contra del clientelismo y con una promesa de hacer política de una forma distinta. Pero ha sido decepcionante por las formas, y porque a pesar de hacer campaña con un discurso se está gobernando con otro”.
Por su parte, el concejal de la oposición Andrés Forero (Centro Democrático) señaló cómo la pandemia afectó severamente su programa de gobierno, así como el de los demás mandatarios a nivel mundial, pero en estos dos años se ha evidenciado una serie de incumplimientos en las promesas electorales que hizo.
“Ya he perdido yo la cuenta del número de promesas no cumplidas y que no necesariamente están relacionadas con la pandemia. Ella prometió que iba a congelar los servicios públicos y lo incumplió. Prometió que no iba a hacer Transmilenio por la 68 y decidió adelantar esa obra. Prometió que iba a hacer temblar a los delincuentes y este año tenemos un incremento en los homicidios”, sostuvo Forero, quien coincidió en que la inseguridad ha sido uno de los grandes lunares de su Gobierno.
Por otro lado, el concejal se refirió a la improvisación en medidas, por ejemplo, en materia de movilidad y a la falta de ejecución. “Las obras que hoy avanzan son las que dejó adelantadas Enrique Peñalosa y le cuesta asumir responsabilidades. Cuando las cosas salen bien lo aplaude, lo hemos visto con las últimas acciones de la policía, pero cuando no, la hemos visto lavarse las manos”, señaló.
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Evalúa la Academia
Ahora bien, es imposible evaluar los últimos dos años desde que la alcaldesa se convirtió en la nueva inquilina del Palacio Liévano sin entrar a considerar el factor con el que nadie contaba: la pandemia. La primera persona contagiada de Colombia llegó a Bogotá el 6 de marzo, y cortos 13 días después se decretó el simulacro por la vida, la primera de muchas cuarentenas que se instauraron en la ciudad capital.
Con la responsabilidad de reconocer que hoy el conocimiento sobre el covid-19 es pleno, pero cuando aterrizó al país planteaba un escenario que nadie sabía como abordar, el vice decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes y experto en modelaciones matemáticas de enfermedades por vectores, Juan Manuel Cordovez, indicó que el manejo de la pandemia fue bueno.
“Sí a mí me pidieran calificar el manejo que le dio la Administración Distrital a la pandemia yo la calificaría como buena. En términos generales yo le pondría una nota de 4 sobre 5 porque hubo una inversión de tiempo muy importante por parte de la Alcaldía por entender que estaba pasando y se rodeó de expertos para la toma de decisiones. No le doy la calificación más alta porque hubo momentos y medidas desacertadas como el pico y cédula y las cuarentenas rotativas que fueron más caprichos de la Administración”.
Añadió que si bien es cierto que uno podría pensar que uno de los errores más grandes fue el encierro tan estricto y tan temprano, esa decisión fue resultado del desconocimiento y de la ignorancia.
"Mientras aprendimos qué tan contagioso era, qué tan duro le daba los niños o si se transmitía al aire libre o en espacios cerrados, tal vez fue lo más prudente para hacer. Si volviéramos a vivir la pandemia evidentemente es algo que haríamos distinto pero en el terreno de lo desconocido pareció lo más prudente para hacer”, finalizó diciendo el profesor Cordovez, quien además asesoró a la Alcaldía cuando se establecieron los cupos epidemiologicos.