Bajar del 23% al 5% estudiantes que se sienten en riesgo, objetivo de Bogotá | El Nuevo Siglo
Isabel Segovia Ospina, secretaria de Educación del Distrito / Foto: IDEP
Domingo, 7 de Abril de 2024
Redacción Nacional

En entrevista con EL NUEVO SIGLO, la secretaria Isabel Segovia Ospina explicó cuál será la estrategia que se pondrá en marcha para reducir la vulneración de los derechos en los colegios oficiales en este cuatrienio.

Tres semanas después de que la Secretaría de Educación lanzará el Plan de Mejoramiento de la Calidad Educativa ‘Una educación que te responde’, pensado en alrededor de los casi 800.000 estudiantes que conforman la matrícula estudiantil en Bogotá. La funcionaria habló sobre los principales retos educativos que tiene la ciudad.

Subir en un punto los resultados en las Pruebas Saber, en lo que están más flojos los estudiantes de Bogotá, planear cómo hacerle frente a la deserción, cómo reducir el porcentaje de jóvenes ‘NiNi’ (que ni estudian ni trabajan), y cómo afrontar los diversos tipos de violencias que se presentan al interior y en los entornos escolares, son algunos de los temas que se tocaron.

EL NUEVO SIGLO: Esta no ha sido una semana fácil para la Secretaría de Educación. En materia de bulliyng, de acoso y de violencia sexual, ¿qué está fallando?

ISABEL SEGOVIA OSPINA: Son muchas cosas. Todos tenemos responsabilidad en la vulneración de los derechos de los niños en general. Esta es una sociedad que está al borde de una explosión social permanente y venimos de unos años en qué la gente no se siente escuchada, representada y con una generación de violencias muy fuertes. 

Ahora, ¿qué está pasando con los colegios en Bogotá? En post pandemia se comenzaron a evidenciar unas problemáticas de violencia con los niños de todo tipo. No estoy diciendo que antes de la pandemia no sucedieran, pero era un fenómeno mucho más tapado. Hubo un desorden social y creo que el sistema educativo se ha demorado en reaccionar a esa realidad. Tenemos un sistema de alertas que funciona bastante bien, que normalmente identifica las problemáticas antes de que sucedan, aunque desafortunadamente no siempre es así.

Hay una reacción en el momento que se levanta la alerta, pero no estamos haciendo un trabajo realmente integral de prevención. Es muy poco incluido y la forma en la que se ha trabajado la prevención de violencias, particularmente de educación sexual integral, han sido insuficientes. Hay programas que van, hacen unas capacitaciones a los docentes y se van, eso no produce transformaciones de fondo. 

ENS: ¿Qué estrategia pondrán en marcha para reducir estos casos?

ISO: Una de las propuestas transversales que tenemos, incluido en la meta de cierre de brechas, es el de trabajar en la convivencia escolar con programas integrales permanentes tanto en educación sexual integral, prevención de acoso y bullying y cuidado de los entornos. Esto es tanto dentro de las instituciones, en los entornos y con las familias. 

Pusimos este punto dentro del cierre de brechas porque si un niño no tiene una convivencia escolar sana y se siente permanentemente vulnerado, no puede aprender nada. El sistema educativo tiene que garantizar que el colegio y los entornos sean protectores y sean seguros porque sin eso no hay condiciones para el aprendizaje. Hay gente que cree que garantizarles la tranquilidad y seguridad a los niños es independiente al proceso educativo y no lo es.

ENS: ¿Tienen trazada alguna meta con relación a este tema?

ISO: Nosotros tenemos un Índice de Clima Escolar (ICE) hace varios años, y de acuerdo con el índice del 2023, el 23% de los niños (Bogotá tiene en estos momentos 740.000 estudiantes) sienten que no tienen un clima escolar adecuado o seguro y que están en un riesgo de vulneración muy alto (no es solo un tema de percepción). Esa es una cifra muy alta y la idea es que con las intervenciones integrales que vamos a hacer de convivencia, acoso, educación sexual integral y de trabajo con familia y entornos, lleguemos a un 5% en el cuatrienio. Y que ese 5% sea resultado más de externalidades propias del entorno sobre los cuales el sistema no tiene control, pero que no responda a problemas internos de la institucionalidad.

Hay que comenzar a trabajar integralmente en esto ya mismo, porque no se ha venido trabajando de esa manera. Solo se trabaja en el final de la cadena cuando en el sistema la alerta ya está en naranja y no se alcanza a prevenir ese momento. Pero sí tenemos un sistema de alertas que está detectando la mayoría de los casos antes de que sean lamentables. Tenemos que trabajar en el principio de la cadena, en prevención.

ENS: Aunque aún está en construcción, ¿cómo quedará representada la SED en el Plan Distrital de Desarrollo?

ISO: El tema del gasto se está trabajando entre sectores porque Bogotá quedó con un cupo de endeudamiento muy alto, pero el presupuesto para educación de esta ciudad siempre ha sido grande e importante y mi pronóstico es que lo seguirá siendo. Nuestro programa tiene un costo de poco más de $30 billones y estoy casi segura que es el segundo rubro más grande. No tengo susto de desfinanciación de ningún tipo.

En términos de programas específicos, tenemos proyectados 22 colegios de restitución para mejorar la infraestructura educativa (nuestro cálculo es que el 26% de la infraestructura necesita mejoramiento significativo o restitución completa) y tenemos una meta de 18 colegios completamente nuevos para matrícula nueva.

Y en materia de PAE (Plan de Alimentación Escolar), Bogotá es la única entidad territorial de todo el país que le da alimentación caliente a todos los niños del sistema educativo. Repartimos 830.000 raciones al día y somos la única entidad territorial que lo paga casi completamente. Paga el 90% del Plan al 100% de los estudiantes.

Mercado laboral

ENS: Acceder al mercado laboral es una de las mayores preocupaciones de los adolescentes. ¿Qué tan preparada se está graduando la juventud para emplearse?

ISO: Estar listo para la empleabilidad o el emprendimiento requiere que uno tenga intervenciones educativas desde la primera infancia y por eso nosotros vamos a hacer una intervención integral en todos los niveles para que los niños, niñas y jóvenes aprendan lo que tengan que aprender, tengan las habilidades básicas y estén listos para desarrollar su proyecto de vida, sea el que sea.

Por eso vamos a seguir fomentando el programa de becas, que ahora se va a llamar ‘Jóvenes a la E’, no Jóvenes a la U, porque estamos pensando en algo mucho más integral que no solo promueva las oportunidades universitarias sino técnicas y tecnológicas, de formación para el trabajo y de cursos cortos que respondan más rápidamente a las necesidades de las personas que están generando empleo, y a los intereses y necesidades de los jóvenes. Estamos tratando de conectar los dos ecosistemas: el de empleabilidad con los deseos de los jóvenes, que tienen necesidades más rápidas y no todos le apuntan a la Universidad.

ENS: Los resultados de las pruebas Saber 2023 mostraron un progreso en el puntaje promedio global de los colegios distritales. ¿Cuál es la meta del cuatrienio a este respecto?

ISO: Queremos que al final de este cuatrienio todos los colegios suban por lo menos un punto. Haremos unos esfuerzos muy grandes con los que salieron con un nivel insuficiente, no hay derecho que aún los haya, pero aún hay 6 o 7 colegios en un nivel de calificación D. La masa más grande la tenemos en B y en C.

ENS: ¿Cómo están los estudiantes en aprendizajes básicos?

IS: Nos toca trabajar con estudiantes de todas las edades para que los niños en Bogotá aprendan a escribir y aprendan lógica matemática. Tenemos un porcentaje altísimo, el 33%, que sale del bachillerato, puede leer un texto, pero no lo comprende. Y un 43% que no tiene la lógica matemática más simple. Hay que lograr eso para que al final de la escolaridad alcancen unos niveles de competencia básicas aceptables. 

ENS: ¿Cómo está Bogotá en materia de deserción?

ISO: Tenemos unas cifras complicadas. El 23% de nuestros jóvenes se están retirando del ciclo educativo entre noveno y décimo y no terminan su bachillerato. Vamos a hacer un esfuerzo muy grande de trabajo socio-ocupacional desde octavo, para que los niños miren qué quieren hacer, tengan una ruta, y les podamos ofrecer una media más pertinente y articulada con programas de formación y cursos cortos para que tengan entusiasmo por quedarse en el sistema.

ENS: ¿Qué planean hacer con la población de los jóvenes que ni estudian ni trabajan?

ISO: Vamos a hacer un trabajo muy fuerte con Integración Social para identificar a estos jóvenes, vincularlos al sistema educativo con programas de validación (porque ya no tienen tiempo de hacer un proceso formal), e inmediatamente enrutarlos con programas de formación de educación para el trabajo o de cursos cortos. Ellos no entran en el programa de becas que ya mencioné porque no han terminado su escolaridad, o la terminaron, pero se desconectaron por completo del mundo laboral o estudiantil.

ENS: ¿Y cuál será la estrategia para la primera infancia?

ISO: Lanzamos y tenemos un proyecto muy ambicioso con Integración Social en donde nos vamos a unir, esto no había sucedido nunca, y ambas entidades van a prestar un servicio articulado en donde ni al niño ni a su familia le importe qué institucionalidad le está prestando el servicio, sino que reciba la misma calidad. Ahí tenemos una meta ambiciosa de aumentar los cupos en 30.000, pero sobre todo de cualificar toda la oferta.

Todo esto que acabo de mencionar está enmarcado en nuestro programa de ‘Una educación que te responde’, y lo quisimos llamar así porque la educación le tiene que servir a los niños y jóvenes y les estamos diciendo: ‘Les vamos a dar una educación que efectivamente les sirva para poder desarrollar sus proyectos de vida’. Nosotros queremos dejar un sistema de mejoramiento robusto; dejar la base estructurada para que ese mejoramiento se siga dando.

ENS: El sector público educativo tiene un problema de reputación cuando es comparado con las instituciones del sector privado. ¿Qué planes tienen a este respecto?

ISO: En este país hay una percepción contra lo público en general. Tenemos que trabajar en cambiar eso porque es imposible mejorar un sistema educativo si la gente ya tiene una prevención y por consiguiente no le demanda nada. Ahora, ahí tenemos una realidad que sí genera una brecha y es el tema de las jornadas. Los papás requieren de jornadas únicas y complementarias y hay que seguir aumentando la jornada única, pero también, hay que bajarse del bus de pensar que todo lo privado es mejor.