El Presidente del Consejo Interreligioso, Francisco Duque, indicó que buscan además de crear conciencia, influir en la política para la protección de este ecosistema
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EL NUEVO SIGLO: ¿Qué ha sido determinante para que las iglesias en los últimos años hayan decidido ser más protagonistas en la tarea de defender el medio ambiente?, bandera que históricamente han tenido los ecologistas…
FRANCISCO DUQUE: Es evidente que la crisis climática ha sacudido la conciencia de la humanidad, pero sobre todo ha conmovido su espiritualidad, que siempre ha sido el nexo con la naturaleza. El cuidado de la creación es una afirmación ampliamente compartida entre las religiones, de que todas las personas son creadas iguales a la imagen de Dios y comparten la responsabilidad de proteger su obra. Los líderes religiosos y las comunidades de fe permiten que la dimensión moral y ética sean más sólidas al comunicar que la protección de los bosques es un asunto de santidad de vida y una responsabilidad moral. Todo este esfuerzo se basa en el reconocimiento milenario de que las selvas tropicales de este planeta son una bendición, un regalo maravilloso y una confianza sagrada, donde los grupos religiosos deben dar un paso adelante para defenderlas con todo nuestro reconocimiento y capacidad de inspirar al colectivo social. La Iniciativa Interreligiosa para los Bosques Tropicales trabaja con católicos, evangélicos, cristianos, hindúes, musulmanes, budistas, judíos, todas las tradiciones religiosas para decir que la deforestación tropical es un problema ético y moral de primer orden y que debe detenerse. El liderazgo del Papa es muy importante, también el de los pastores de todas las iglesias y comunidades de fe no romanas, que evidencian diariamente las consecuencias de los impactos causados por un modelo de producción y de vida que rompe el equilibrio de nuestra casa común.
ENS: ¿Qué tan viable es que en Colombia se unan diferentes iglesias para trabajar de la mano por la defensa de los bosques tropicales?
FD: No solo es viable sino que ya es real. Sucedió en el evento de lanzamiento de IRI (Interfaith Rainforest Initiative), el pasado noviembre 2018, donde todas las iglesias, comunidades de fe, indígenas y afros, se comprometieron con la protección de los bosques tropicales. Por primera vez en la historia de Colombia, nos unimos tras una causa común, las distintas creencias religiosas y espirituales, y fuimos capaces de instalar un Consejo Asesor representativo de todos los presentes. Así también lo hicieron las diversas iglesias y pueblos indígenas de los cuatro municipios más deforestados: San Vicente del Caguán, Cartagena del Chairá, San José del Guaviare y La Macarena.
ENS: La IRI además de crear conciencia y buscar inspirar acción, pretende influir en la política para la protección de estos bosques, y fue así que se logró comprometer con una propuesta de protección a todos los candidatos a las alcaldías de esos cuatro municipios, ¿qué otras acciones tienen previstas para influir en este frente político?
FD: Sostendremos un segundo encuentro con los parlamentarios comprometidos con el medio ambiente y de las regiones más deforestadas para incidir en la meta de reducción de la deforestación propuesta en el Plan Nacional de Desarrollo. Así mismo se realizan reuniones de trabajo con varias entidades y con el Ministerio de Medio Ambiente, además de una próxima reunión con el Presidente de la República para informarlo sobre el trabajo de IRI y nuestras expectativas en el fortalecimiento de las políticas públicas en materia ambiental.
A nivel regional se acompañará a los alcaldes electos en la formulación de los planes de desarrollo municipal para armonizar las políticas y apoyar las decisiones que logren el control de la deforestación.
ENS: ¿Qué tan realizable puede ser crear conciencia sobre la crisis por la deforestación en un mundo como el de hoy, en el cual el desarrollo y los intereses económicos parecen llevarse todo por delante?
FD: Uno de los pasos más importantes es reconocer la necesidad de articular una visión nueva y convincente para un modelo de desarrollo verde, que corrija y reemplace el viejo y cansado sistema occidental de desarrollo por destrucción, donde bosques enteros se eliminaron y se reemplazaron con soja y explotaciones ganaderas, petroleras o mineras. Se instalaron entonces en este modelo narrativas falsas y patrones de consumo no sostenibles. Es necesario contar la historia de alternativas verdes basadas en el valor del agua, el suelo, el carbono, los ecosistemas resilientes, con productos forestales rentables y recursos genéticos, con pueblos indígenas y comunidades forestales felices y saludables.
Además se deben combinar las razones morales, éticas y de derechos humanos para proteger los bosques, que son todas válidas, y necesitan encontrarse con los intereses económicos y de desarrollo para que los líderes religiosos, gobiernos, ONG y empresas puedan ponerse de acuerdo, y lograr que los bosques dejen de ser una víctima del modelo económico.