Entre 30% y 40% de los desplazados que en las últimas semanas llegaron del sector de La Victoria, en el estado Apure (Venezuela) al municipio fronterizo de Arauquita (Arauca), ya retornaron a sus lugares de origen.
El gerente de Fronteras de la Presidencia de la República, Lucas Gómez García, confirmó que en los 20 albergues humanitarios que se instalaron en Auraquita y otros municipios cercanos “ya se llegó al tope” de personas que han cruzado la frontera huyendo de los combates de la Guardia Venezolana con grupos ilegales colombianos.
“De las 5.888 personas que llegaron a Arauquita como consecuencia de la emergencia tras los enfrentamientos, se estableció que entre el 30% y 40% ya ha retornado a sus lugares de origen. Desde el Gobierno Nacional, las entidades territoriales y la Cooperación Internacional seguimos haciendo frente a esta emergencia humanitaria”, explicó el funcionario al término de la reunión del Puesto de Mando Unificado.
No obstante, destacó que la situación en Arauquita sigue siendo “de alta preocupación” aunque dijo que la buena noticia es que ya se controló el tema del covid, pues se alcanzaron a temer 82 casos positivos. “Hoy podemos dar un parte de tranquilidad de que los temores que tuvimos en las últimas dos semanas han sido mitigados, pero seguimos manteniendo la vigilancia preventiva en los albergues”, señaló el Gerente de Fronteras.
Respecto de la cooperación internacional, Gómez García explicó que han seguido apoyando a las entidades nacionales, y los recursos aportados han sido suficientes.
“El número de personas no ha aumentado en Arauquita, pero tenemos conocimiento de algunos lugares alejados adonde ya estamos llegando con la institucionalidad. Pero sí podemos dar un parte de tranquilidad de que estanos respondiendo a esta emergencia humanitaria”, concluyó.
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Llamado de la Iglesia
De otro lado, las Conferencias Episcopales de Venezuela y Colombia emitieron un comunicado conjunto en el que expresan su preocupación por la crisis humanitaria en la frontera de los dos países. especialmente en los estados de Apure y Arauca.
“Nos preocupa el conflicto armado que lamentablemente se está dando y cuyas consecuencias, además de poner en peligro la paz y convivencia ciudadana, se hacen sentir en la población más vulnerable”, dice el comunicado.
Y agrega que “es una necesidad apremiante que las autoridades de ambos países avancen hacia soluciones de fondo, eficaces, dialogadas y concertadas”, frente a la problemática que se vive a lo largo de la frontera, anteponiendo la dignidad humana a cualquier otro interés.
La Iglesia de ambas naciones expresó su apoyo y solidaridad a las personas desplazadas y, de paso, hicieron un llamado para que “se propicien las condiciones que les permita permanecer en su territorio o regresar a él”.
Las diócesis de Arauca y Guasdualito (Venezuela) y toda su feligresía dicen que se mantienen unidas en “testimonio de fraternidad, acompañamiento, defensa y dignificación de quienes más sufren por esta situación que viven en sus territorios”.
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La Iglesia Católica recordó que el papa Francisco ha exhortado a toda la humanidad a “acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes y desplazados, como una muestra concreta del empeño de todos para lograr la fraternidad, la paz y el desarrollo integral de los pueblos”.
Por último, en el comunicado agradecen los esfuerzos de diversas instituciones oficiales y privadas, nacionales e internacionales de ayuda humanitaria, en el apoyo y atención a los desplazados y le piden a la comunidad internacional “proseguir la tarea de unir esfuerzos y articular acciones en favor de las poblaciones migrantes y desplazadas”.
El comunicado está firmado, entre otros, por monseñor José Luis Azuaje Ayala, Arzobispo de Maracaibo y Presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, y monseñor Óscar Urbina Ortega Arzobispo de Villavicencio y Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia.