Con ocasión de las denuncias que han sido conocidas a través de diferentes medios de comunicación, en las que se manifiesta que un funcionario de la Cancillería, presuntamente, ha sido sujeto de una posible extorsión, la Contraloría General de la República avocó conocimiento con el fin de determinar si existió destinación de recursos públicos en estos supuestos hechos.
La investigación corresponde a la verificación de una presunta extorsión de la que habría sido objeto el ministro Álvaro Leyva Durán. En enero de este año, el funcionario habría recibido mensajes por parte de una persona que le ofrecía información de un supuesto complot para sacarlo del cargo, a cambio de altas sumas de dinero.
La Dirección de Análisis, Información y Reacción Inmediata – DIARI, a través de su Unidad de Reacción Inmediata, asumió el conocimiento preliminar de la investigación para determinar si se presentaron los presuntos hechos y desplegó sus facultades de policía judicial para realizar las averiguaciones y entrevistas pertinentes.
Según la Contraloría, un grupo de profesionales expertos de la DIARI realizó hoy una diligencia de inspección en las instalaciones del Ministerio de Relaciones Exteriores con el fin de recabar y/o ampliar la información contenida en las denuncias anónimas publicadas en diversos medios de comunicación referentes a una presunta extorsión en el marco de la licitación de pasaportes.
Con este proceso,, se busca así el aseguramiento probatorio con el que pueda actuar en derecho el órgano de control, ya que se menciona el posible uso de dineros públicos con cargo a “Gastos Reservados” y, en caso de ser así, si esto se hizo de acuerdo con lo establecido en la Ley.
Supuesta extorsión
Luego de que se diera por fallida la conciliación con Thomas Greg & Sons por haber declarado desierta la licitación de pasaportes que ganó la firma, el alto funcionario habría alertado a las autoridades de mensajes que recibió donde lo extorsionaban.
Presuntamente, el remitente se presentó como Edward Soto y decía haber trabajado por más de 17 años con Camilo Bautista de Thomas, uno de los dueños de la firma que aspiraba a mantener el contrato de pasaportes.
En sus mensajes le ofrecía información de su interés respecto a la empresa y a la licitación, pero nunca llegó, incluso después de realizar el pago.
El supuesto extorsionista aseguró que fue contactado por una persona cercana a Leyva para fabricar dichos mensajes y montar una falsa extorsión.
“Quiero que sepa que lo del canciller es una autoextorsión. Soy uno de los que fue contratado por una persona cercana a él para fabricar la trama y que el escándalo saliera los medios, pero lo que nos indigna es que nunca nos informó de que iba a poner denuncias”, aseguró.