El Gobierno pero sobre todo la ciudadanía tendrán, a partir del 1 de junio, el más grande reto a la disciplina social y a la aplicación de protocolos de bioseguridad en el marco de una nueva fase contra la pandemia
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Tras cumplir ayer dos meses de cuarentena general como principal fórmula para frenar la curva de contagios del Covid-19, los colombianos entran a partir de hoy en la que podría ser la última semana confinamiento estricto, al menos en lo que se refiere a un parte importante de la población, ya que una porción más seguirá en sus casas.
Es claro, entonces, que el país se encuentra ad portas de una nueva fase del plan de contingencia delineado para enfrentar la pandemia. Un plan que, como premisa principal, parte de la base de permitir una mayor cantidad de personas en los espacios públicos y la reanudación de muchas más actividades productivas, después de que en el último mes se hubiera dado luz verde para reactivar rubros clave de la manufactura, la construcción y el comercio, así como las respectivas cadenas de suministros y derivados.
¿Qué se reactivará a partir de la próxima semana? Según el anuncio del Gobierno el martes pasado el Aislamiento Preventivo Obligatorio irá hasta el 31 de mayo, de forma tal que entre el 1 y el 30 de junio el país inicia una nueva etapa de la cuarentena, con un Aislamiento Preventivo Inteligente, que requiere más disciplina colectiva en materia de prevención sanitaria y protocolos de bioseguridad ya no solo en las casas, sino en los espacios abiertos, el transporte público, los comercios, las oficinas, plantas industriales y otros lugares en donde se retomarán labores. La clave está en cumplir al pie de la letra los protocolos sobre control de aforos, distanciamiento entre las personas, desinfección permanente de posibles fuentes de contagio, adecuación de estaciones para el lavado de manos, cambio de prendas de trabajo, uso obligatorio del tapabocas…
En ese orden de ideas, habrá más comercios abiertos, se reactivarán servicios profesionales o servicios médicos no relacionados con el Covid-19 y el servicio doméstico. Igual se podrán reabrir bibliotecas y museos. Los restaurantes, sin embargo, continuarán con domicilios y vendiendo solo para llevar.
Uno de los temas más complicados de manejar será, sin duda, que si bien habrá más personas en las calles y haciendo uso del transporte público, ningún sistema masivo podrá operar a más del 35% de su capacidad, esto con el fin de evitar aglomeraciones y riesgo mayor de contagio.
Como se dijo, la cuarentena como tal se mantiene para una parte de la población, que incluso podría bordear hasta el 50% de los colombianos. Por ejemplo, escuelas, colegios y universidades no vuelven por ahora a las aulas y millones de estudiantes seguirán con estudio o trabajo en casa. Solo en agosto podrían reanudarse las clases presenciales.
Igual ocurre con los funcionarios públicos, ya que el 80% de las entidades deben procurar que estos continúen en teletrabajo. Asimismo, los adultos mayores de 70 años siguen en aislamiento preventivo hasta el 30 de junio, con algunas flexibilidades para salir unas horas de la casa. Y, por último pero no menos importante, el país seguirá todo junio con fronteras terrestres, marítimas y aéreas cerradas y tampoco se habilitará el transporte intermunicipal.
Como la idea en esta nueva fase es ir recuperando vida productiva mas no todavía vida social, las actividades turísticas, bares, discotecas, conciertos o eventos deportivos masivos seguirán restringidos.
Regionalización y focalización
Según el presidente Iván Duque, desde el lunes de la próxima semana se inicia una nueva etapa de recuperación de vida productiva, que será gradual y dentro del concepto de regionalización y focalización. En ese orden de ideas “serán los alcaldes quienes tengan, también, esa llave de la gradualidad para que los protocolos se estén materializando y los aforos también, para que tengamos el mejor comportamiento ciudadano”.
En ese orden de ideas, la mayor carga de responsabilidad estará en los alcaldes, ya que ellos deberán autorizar de manera puntual los protocolos sanitarios y de bioseguridad de cada actividad, oficio y servicio a reactivar. Se procede a esa focalización ya que así como hay más de 300 municipios con casos confirmados o activos del coronavirus, en un poco menos de 800 no se ha presentado un solo caso o los pocos registrados ya superaron la enfermedad viral afortunadamente.
Ahora, la ciudadanía y todos los sectores deben tener en cuenta que a partir de junio no toda la economía volverá a funcionar. El propio ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, dijo que “el sector productivo tiene absolutamente claro que, a partir del primero de junio, este aislamiento inteligente, con reactivación de la vida productiva, tiene que ser un proceso gradual, un proceso progresivo, un proceso ordenado”.
El reto
Obviamente, dar este paso del Aislamiento Preventivo Obligatorio (vigente desde el 23 de marzo y con varias prórrogas a bordo) al Aislamiento Preventivo Inteligente tiene muchos retos, el principal de ellos evitar que la curva de contagios se dispare así como el índice de decesos.
Es innegable que en las últimas dos semanas el número de contagios y de fallecimientos ha subido sostenida y preocupantemente en Colombia. Hasta ayer, según el último reporte del Ministerio de Salud, los casos positivos eran 20.177 y las muertes ascendían a 705.
Si bien la curva epidemiológica se mantiene controlada, según todos los estándares de la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se puede perder de vista que América Latina es el nuevo foco de pandemia (sobre todo por casos como Brasil) y que en Colombia el pico de contagios se espera para la segunda mitad de junio. En otras palabras, cuando el sector productivo esté en plena pista de reactivación.
Así las cosas, la ciudadanía y todas las instancias económicas, políticas, sociales, laborales, gremiales e institucionales deben tener en cuenta que si la curva de infecciones se dispara volveremos, según los picos departamentales o municipales, a los tiempos del Aislamiento Preventivo Obligatorio, es decir: más personas en cuarentena en sus casas.
El propio Duque fue claro: donde se vayan identificando los casos de alerta, con las autoridades locales “estaremos endureciendo todas las medidas para ponerle control a esta enfermedad”. De hecho, en Bogotá, Cartagena y Leticia ya hay zonas sometidas a controles más rigurosos y drásticos. Esto bajo el concepto de focalización.
¿Podrá Colombia lograr el objetivo de mantener a raya la pandemia? Hasta ahora lo ha podido hacer y eso que ya varios sectores productivos llevan tres o cuatro semanas trabajando a buen ritmo. Sin embargo, la crisis en Brasil (con más de 310 mil casos y 20 mil muertos), Perú (más de 111 mil contagios y casi 3.300 fallecidos) y Ecuador (más de 35 mil infectados y casi 3.100 vidas perdidas) son un punto de alerta muy alto.
El Jefe de Estado confía en que no sea así. De hecho Duque revalida no solo los buenos resultados de la cuarentena y un sistema de salud que no se ha visto desbordado por los casos críticos de Covid-19, sino que Colombia tiene “uno de los periodos de Aislamiento Preventivo Obligatorio más largos que se hayan visto en el mundo”.
Sin embargo, por más que el país se acerque a los 400 mil comparendos por incumplir la cuarentena, es claro que la responsabilidad recae en la capacidad de todos y cada uno de los colombianos para cumplir con las normas sanitarias y de bioseguridad. Si no hay disciplina social, la situación se complicará sustancialmente. Ese es un riesgo latente.