Desde el centro penitenciario El Buen Pastor de Bogotá, Carolina Galván, condenada a 42 años por desaparición forzada agravada, comparte relatos inquietantes sobre los días previos a la desaparición de su hija de 2 años.
Galván, en una entrevista exclusiva para Los Informantes, habló sobre su vida en prisión y los eventos que rodearon la desaparición de Sara Sofía. Reveló detalles impactantes, incluyendo un presunto abuso sexual sufrido por la niña. Sus declaraciones, aunque contradictorias en algunos puntos, arrojan más sombras que luces sobre este caso que ha mantenido en vilo a Colombia desde enero de 2021.
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En sus palabras, Galván muestra su dolor y confusión: "Hago las oraciones y le digo 'señor, en tus manos entrego a mi hija, a mi única bebé, a mi chiquita, te la entrego a tus manos. Tú la creaste dentro de mi vientre, señor. Yo te la entrego a ti donde quiera que esté en este momento mi hija. Ayúdame a que, si es de tu voluntad que mi hija vuelva".
La madre de Sara Sofía, enfrentando su condena y las complejidades de su situación mental, insiste en su inocencia y señala a Nilson Díaz como la persona que debe responder sobre el paradero de la niña. Sin embargo, sus relatos sobre lo sucedido son ambiguos y a veces contradictorios, lo que complica aún más el esclarecimiento de los hechos.
Galván menciona haber vivido en condiciones difíciles, haber sido engañada y forzada a situaciones extremas por parte de Díaz, a quien acusa de proxenetismo y violencia. Estas revelaciones aumentan el misterio en torno a la desaparición de Sara Sofía y plantean nuevas preguntas sobre la investigación y la justicia en este caso.
La historia de Carolina Galván es compleja y desgarradora. Relata cómo su vida se vio trastornada desde el embarazo no planeado hasta su condena en prisión. Según exámenes profesionales, Galván tiene una discapacidad intelectual leve que afecta su capacidad para comprender y procesar la información de manera coherente. Esto se refleja en sus declaraciones, que oscilan entre versiones sobre la muerte de su hija y su presunta venta a terceros.
"Que la vio muerta, que está viva, que no respiraba, que la vendieron y está en una finca", describe Galván, sumergiendo aún más el caso en un mar de incertidumbre. Sus afirmaciones sobre Díaz como el responsable de su situación y de la desaparición de Sara Sofía añaden capas de complejidad a este enigma judicial.
A pesar de su situación, Galván expresa su deseo de seguir buscando a su hija y completar sus estudios, demostrando una determinación que contrasta con la confusión y las sombras que rodean este caso. Mientras tanto, su defensa ha apelado la condena, argumentando su condición mental como factor clave a considerar en este complejo proceso judicial.
Las autoridades continúan investigando el paradero de Sara Sofía, mientras el país sigue conmocionado por este caso que ha puesto en evidencia las complejidades y desafíos del sistema judicial y social. La incertidumbre persiste, y la verdad sobre lo que realmente sucedió con la pequeña Sara Sofía Galván sigue siendo un enigma en espera de ser resuelto.