Ante las acusaciones y críticas lanzadas por Diosdado Cabello, diputado venezolano, el Canciller Encargado de Colombia, Luis Gilberto Murillo, respondió con firmeza y prudencia. Durante la 29° Reunión Ministerial de la AEC en Surinam, declaró: "A palabras necias, oídos sordos".
En el marco de este evento internacional, Murillo destacó que se mantienen buenas relaciones diplomáticas con Venezuela, subrayando una reciente reunión productiva y respetuosa con el Canciller de Venezuela, Iván Gil. Murillo enfatizó la importancia del diálogo fluido y sincero entre ambas naciones, señalando que estas conversaciones representan la voz oficial de los respectivos gobiernos. En sus palabras, "siempre hemos mantenido un diálogo diplomático muy fluido y esa es la voz oficial del Gobierno de Venezuela".
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Las críticas de Cabello surgieron tras interpretaciones de declaraciones previas de Murillo respecto a propuestas que buscan garantizar una transición tranquila en Venezuela, propuestas relacionadas con el presidente Petro. Estas interpretaciones provocaron una reacción contundente por parte del líder chavista, quien cuestionó el papel y la lealtad de Murillo hacia su país.
En respuesta a estas críticas directas, Murillo optó por enfocarse en la importancia del diálogo y la diplomacia, reiterando que su compromiso radica en mantener un diálogo abierto y productivo con los representantes oficiales del gobierno venezolano. Su postura de "oídos sordos" frente a provocaciones busca evitar escaladas retóricas que puedan entorpecer las relaciones entre ambas naciones.
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— EL NUEVO SIGLO (@ElNuevoSiglo) May 9, 2024
Este episodio refleja la sensibilidad política y la diplomacia requerida en tiempos de tensiones regionales, donde las declaraciones públicas pueden ser interpretadas de manera polarizada. La respuesta de Murillo, en su brevedad y firmeza, refleja una estrategia de no alimentar conflictos innecesarios, priorizando el diálogo constructivo como vía para la resolución de diferencias.