Tras conocer el hundimiento del proyecto de acuerdo que proponía la modificación ordinaria del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) para Bogotá, Camacol, en representación del gremio en la actividad edificadora de la ciudad, cree que la capital del país continuará con una norma que no corresponde a las actuales necesidades, y que se perdió la oportunidad de contar con un desarrollo sostenible y de largo plazo.
"Se le ha negado a Bogotá la oportunidad de contar con un desarrollo ordenado en los próximos 12 años". Esta fue la reacción de Camacol Bogotá y Cundinamarca al conocer la decisión de la comisión del Concejo de Bogotá, que votó mayoritariamente a favor de la ponencia negativa del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, para las necesidades de aprovechamiento de suelo, entre otros, de la ciudad de Bogotá.
De acuerdo con el gremio del sector constructor, la ciudad fue la que perdió. De hecho, lo que señaló ayer Camacol fue que, al seguir rigiéndose por una norma de ordenamiento que no corresponde a las necesidades actuales de los bogotanos, la cual fue compilada y expedida en 2004, Bogotá seguirá basando la planeación de su desarrollo en una hoja de ruta expedida hace casi dos décadas, momento en el cual los temas como la gestión del riesgo y temas ambientales, entre otros, no eran tenidos en cuenta.
De acuerdo con Camacol, esta negativa se le dio a una propuesta hecha con rigurosos estudios técnicos, lo que permitía entregarles a los bogotanos una hoja de ruta para el desarrollo sostenible, basada en grandes proyectos de ciudad y con la seguridad jurídica que proporciona la continuidad.
"Lamentamos que se le haya negado esta oportunidad a la ciudad, pero como gremio edificador seguiremos trabajando en la construcción de una ciudad de calidad y aportándole soluciones a las necesidades habitacionales de los bogotanos, así como al crecimiento económico y a la generación de empleo", explicó el presidente de la Junta Directiva de Camacol B&C, Andrés Arango Sarmiento.
Otras voces en contra
Por su parte, la concejal Lucia Bastidas, la única integrante de la bancada del partido Alianza Verde que lo votó de manera favorable, y quien además fue una de las tres ponentes encargadas de su estudio, también lamentó la decisión, e hizo públicas una serie de precisiones frente al documento. “Con el hundimiento del Plan de Ordenamiento Territorial pierde la ciudad. Lastimosamente un debate técnico lo politizaron”, puntualizó.
Así mismo el excandidato a la Alcaldía de Bogotá, Miguel Uribe Turbay, puntualizó poco después de que se conociera la decisión del Concejo de Bogotá, que “el hundimiento del POT es empezar de ceros. Perdemos articulación del sistema de movilidad. Un nuevo manejo del espacio público. Alternativas para bienes de interés cultural. Habilitación de suelo para vivienda. Más áreas para comercio y servicios y menos trámites”.
Confirmando que con este hundimiento la ciudad de Bogotá además está perdiendo zonas de renovación urbana con trámite directo de licencia de urbanización, así como mezcla de usos con control de impactos y suelo para universidades y educación, Uribe Turbay se refirió a lo que esto le implicará a la Administración entrante.
“Si pensaron que le hacían un favor a la nueva alcaldesa cometieron gran error. El programa de ejecución de su Plan de Desarrollo (art 18 ley 388/97) tendrá que formularlo ajustado al POT vigente. La nueva administración experimentará las dificultades para hacerlo”, puntualizó el excandidato por el movimiento Avancemos, y que era sinónimo de continuismo para la ciudad.