“MÁS vale prevenir que lamentar” reza el refrán popular y fue precisamente eso lo que muchos colombianos hicieron para la jornada de paro que, convocada por un variopinto grupo de organizaciones, se realiza hoy jueves en todo el país.
La primera sorpresa de la jornada fue una notable reducción en el flujo vehicular y de peatones que se apreció en Bogotá, Medellín y Cali, entre otras ciudades. “Esto se encuentra solo, parece un 25 de diciembre”, fue el comentario de Andrés, un joven que se desplazaba en su motocicleta por la autopista sur de Bogotá hacia el centro de la ciudad, con una inusual movilidad, muy diferente a la caótica que debe afrontar todos los días en ésta, una de las vías más congestionadas.
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Al otro extremo de la capital de la República, María Andrea, hacia las 7:30 de la mañana expresaba su sorpresa y alegría porque, contrario al martirio que vive a diario, accedió a la estación de Transmilenio en la calle 100 con la autopista norte sin hacer las tradicionales e interminables filas y además “pude coger asiento”, algo casi que imposible cuando el articulado llega a dicha parada.
En igual sentido se pronunció una señora de edad que se desplazaba del centro hacia la zona del aeropuerto, ya que a diferencia de todos los días pudo tomar el Transmilenio sin filas y desplazarse sin apretujones porque, dijo “extrañamente los buses están casi vacíos, no hay casi gente en las estaciones”.
Entre tanto, con el paso del tiempo y la aparición de un sol tan ‘picante’ como inesperado sobre Bogotá, comenzaron a llegar los participantes de las marchas a los puntos de encuentro y hacia las 9 de la mañana iniciaron sus caminatas, pausadas y tranquilas, bajo ciertas arengas de inconformidad por la situación social y con la consigna de no permitir el vandalismo.
Las razones para el bajo flujo vehicular, la descongestión tanto en el sistema Transmilenio como en los buses de servicio público y la poca presencia de personas en las calles, salvo los participantes en el convocado paro son varias, pero todas adoptadas bajo el principio de prevención y seguridad ciudadana.
De esta forma fueron muchas las empresas que implementaron el teletrabajo para este jueves, otras dieron el día libre con previa recuperación del dichas horas en días anteriores o posteriores, la mayoría de colegios y universidades ya terminaron clases y las autoridades de movilidad implementaron el plan de contingencia en el sistema Transmilenio que contemplaba el cierre de estaciones o portales en aquellos lugares donde se intentaran actos vandálicos.
Así, hacia las 11 de la mañana estaban cerradas más de 50 estaciones de Transmilenio y por momentos se registró el paro de la operación en algunos portales como el de Suba y el 20 de Julio por desmanes que intentaron protagonizar algunos vándalos y que rápidamente fueron controlados por la fuerza pública.
“Es muy raro ver la ciudad así, sin los tradicionales trancones, el Transmilenio semivacío y los que están manifestando caminando alegres, en paz y aprovechando el día soleado”, comentó a este diario Roberto, un señor de 50 años en la Plaza de Bolívar, céntrico lugar donde en la tarde deben converger las 10 marchas que salieron de diferentes sitios de Bogotá.
Entre tanto, dos carriles de la Avenida Eldorado, fueron desde la U. Nacional, copados por los estudiantes de esa y otras instituciones de educación superior para marchar hacia el aeropuerto Eldorado, pese a que dicha movilización no contaba con autorización.
“Corran, corran…ahí vienen los del Esmad” se escuchó en medio del tumulto lo que efectivamente hizo que varios de los marchantes “picaran en punta”. Sin embargo fue una falsa alarma, ya que los efectivos policiales acompañaban a lado y lado la larga fila de jóvenes que caminaban y se dedicaban a tomarse las tradicionales selfies para subir a las redes sociales.
De igual forma los temores suscitados por la noticia que circuló en redes sociales de que el Gobierno había autorizado la militarización de Bogotá y otras ciudades, para proteger lugares estratégicos, rápidamente se desvirtuó ya que en la calle, policías en moto y a pie custodiaban las manifestaciones y el escuadrón móvil antidisturbios, Esmad, solo se apreciaba en la carrera séptima y la Plaza de Bolívar.
Desde casa, los teletrabajadores cumplían con su labor y seguían el desarrollo del paro a través de los diferentes medios de comunicación, aprovechando la comodidad del hogar, en un día de labor diferente.
Así transcurría hasta este mediodía la jornada de paro en Bogotá, donde el picante sol mañanero parecía ceder y comenzaban a oscurecerse el panorama presagiando lluvias, como las que en los últimos días se han registrado en la ciudad.