En la postrimería del Día Sin Carro y Moto, poco después de que la alcaldesa Claudia López hiciera un balance positivo sobre la jornada, la secretaria Distrital de Medio Ambiente, Carolina Urrutia, declaró una alerta amarilla en el suroccidente de Bogotá.
“Porque el aire no tiene fronteras, hoy por primera vez decretamos alerta preventiva conjunta con la CAR Cundinamarca y con el alcalde de Soacha, Juan Carlos Saldarriaga. Las restricciones a industria y carga en Soacha y el polígono de Carvajal Sevillana buscan cuidar la salud de todos y todas”, precisó el jueves hacia las nueve de la noche la Secretaria.
Adicionalmente, la Secretaría Distrital de Ambiente explicó que esta medida se tomó, pues durante las últimas 48 horas en este punto de la ciudad se superaron los 35,5 microgramos/metro cúbico de PM 2,5, el contaminante más perjudicial para la salud de las personas. Esta medida, además, durará lo que dure la alerta ambiental.
Esta medida, aclaró a través de un comunicado la secretaría de Ambiente, se adoptó de una manera responsable por el aire de los bogotanos y luego del monitoreo permanente que ha venido realizando la Secretaría.
Así, a partir del jueves por la noche, el transporte de carga de modelos superiores a 10 años no están pudiendo circular por un polígono de la zona suroccidental de la ciudad, que incluye parcialmente algunos puntos de las localidades de Kennedy, Bosa, Fontibón, Puente Aranda y Ciudad Bolívar.
Regulación vehicular
De acuerdo con el profesor de la Cátedra en Medio Ambiente de la Universidad del Rosario, Manuel Guzmán, lo que está pasando con el aire es un resultado de todo el material particulado contaminante que estamos depositando en la atmosfera.
“Lo que está pasando con el aire es un fenómeno con partículas acumuladas en la atmosfera baja de Bogotá, que no alcanzan a subir debido al fenómeno de la inversión térmica. Entonces, el problema de fondo sigue siendo el de la cantidad de partículas que estamos depositando en la atmosfera, como consecuencia del uso de vehículos contaminantes, que producen emisiones de carbono, emisiones de nitrógeno y ese es el problema que habría que atacar”, precisó el profesor.
Frente al denominado fenómeno de inversión térmica, que el jueves se hizo evidente en el cielo capitalino, la Administración Distrital ya había dicho que si bien este es un fenómeno propio de esta época del año, su presencia es un resultado inevitable de la contaminación y que por eso toca buscar regular la circulación de los vehículos de carga, que son los que generan más contaminación (después van los vehículos de transporte público y en una tercera medida los carros particulares).
En esto coincidió el profesor, quien además dijo que este es un fenómeno que se puede prevenir. “Esto se puede prevenir modificando drásticamente el tipo de vehículos que circulan por Bogotá. Hay vehículos cuyas condiciones técnicas los hacen inadecuados completamente, en virtud de la gran cantidad de partículas contaminantes que producen y que no deben estar circulando por la ciudad. Y me refiero no solo al transporte público, sino también a vehículos privados, especialmente camiones, volquetas y vehículos grandes”
Finalmente, Guzmán precisó que, si bien es cierto que este fenómeno, “usualmente es un fenómeno de este mes, enero y febrero, con las condiciones de variabilidad climática que vivimos, no sabremos si se puede prolongar un poco más. Pero normalmente es un tema de poco tiempo”, precisó.
Bloqueos vehiculares
Ante las medidas tomadas por la secretaría de Medio Ambiente, ayer en horas de la mañana hubo una manifestación de conductores de volquetas (aproximadamente 60 volquetas), quienes hicieron uso de uno de los tres carriles de la Calle 80 por la 119, para realizar bloqueos esporádicos.
Por último, la Secretaría de Educación de la ciudad informó ayer que, por ahora, el calendario escolar de los colegios que se encuentran en la zona del suroccidente de la ciudad que fue declarada con alerta amarilla ambiental no se ha visto afectado.
Sin embargo, la entidad hizo un llamado a las comunidades educativas a que sigan las recomendaciones entregadas por las autoridades de salud, para prevenir enfermedades respiratorias en los menores.