El Mandatario participó en la conmemoración del primer año del ataque perpetrado por el Eln a la Escuela de Policía General Santander en el que fallecieron 22 cadetes
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En la conmemoración del primer aniversario del atentado terrorista perpetrado por el Eln a la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, en el que fallecieron 22 cadetes de la institución, el presidente Iván Duque afirmó que “ha pasado un año y seguimos con el corazón arrugado por este hecho execrable”.
Respecto de los responsables del atentado, el Mandatario reiteró que quienes cometieron el atentado contra el principal centro de formación policial en el país “todavía pretenden tener un discurso hipócrita donde invocan la paz, pero permanentemente atentan contra los ciudadanos, muchos de ellos indefensos, muchos de ellos de comunidades que han estado afectadas por la pobreza”.
Enfatizó en que “no existe en una democracia que lleva el emblema del Estado Social de Derecho que alguien justifique un asesinato, un secuestro, un acto de terror como mecanismo de expresión, ni mucho menos como causa política”.
Duque dijo que esta debe ser una ocasión para que el mandato de los ciudadanos de querer la paz signifique, para quienes están en el terrorismo, “que la paz no se puede construir con ellos, si ellos pretenden intimidar con el terror y con la violencia a la comunidad”.
Recordó además que cuando asumió la Presidencia de la República anunció que se iban a evaluar las conversaciones que el Eln adelantaba con el Gobierno anterior. “En 17 meses de conversaciones perpetraron más de 400 actos de terror, asesinaron más de 100 ciudadanos y cometieron más de 10 secuestros”, recordó. “Por esa razón, dijimos con claridad que cualquier aproximación a la generación de confianza empieza por la liberación de todos los secuestrados y que se les ponga fin a todos los actos criminales”, recalcó.
Con base en esta decisión subrayó que “aceptar el uso de la paz como herramienta discursiva mientras se atenta contra la población, es legitimar la violencia misma en contra del pueblo colombiano”.
Destacó, finalmente, que el Congreso de la República sacó adelante la reforma que estableció la no conexidad del secuestro y el narcotráfico con el delito político, por lo que no pueden ser cobijados con amnistías, y aseguró que “el mensaje que les llega a esas estructuras terroristas, de manera diáfana, de que no vamos a dejar doblegar las instituciones”.
Extradición de Gabino
Duque, así mismo, pidió a Cuba que decida entre su relación con Colombia o sus supuestos vínculos con el Eln, tras haber solicitado la extradición de los jefes guerrilleros que están en la isla desde 2018 en el marco de fallidas negociaciones de paz.
“Yo no estoy en una confrontación con el gobierno cubano, lo que le he dicho al gobierno cubano y lo reitero, es que ellos qué quieren privilegiar: la relación con el Eln o la relación con Colombia”, cuestionó el Mandatario en una entrevista con Radio Auténtica.
Este miércoles el Gobierno informó que, a través de la Cancillería, había solicitado la extradición del jefe máximo de ese grupo armado ilegal, Nicolás Rodríguez, alias ‘Gabino’, y otros tres líderes rebeldes requeridos por la justicia colombiana.
Gabino, de 69 años, llegó a la isla en julio de 2018 para recibir atención médica, según La Habana. Los otros tres pedidos en extradición –‘Aureliano Carbonel’, ‘Alirio Sepúlveda’ y ‘Pablo Beltrán’- están en Cuba desde mayo de 2018 como negociadores de paz.
“El gobierno cubano debe tomar una clara decisión, o está con los criminales que están solicitados en extradición por la justicia colombiana por haber ordenado, participado y fraguado un acto terrorista de esta naturaleza, o está con los países con los que quiere tener una relación diplomática seria, franca y sincera”, agregó.
Esa guerrilla reconoció su responsabilidad en el atentado. Duque exigió entonces la captura y entrega de sus máximos líderes, pero el gobierno de la isla ha rechazado el pedido alegando que los protocolos acordados en el fallido proceso de paz incluían una garantía de retorno seguro de la delegación guerrillera en caso de ruptura de las negociaciones.
Noruega, garante de las conversaciones, ha pedido también que se cumpla el protocolo.
Capturados
Por el atentado terrorista fueron capturadas dos personas: Ricardo Andrés Carvajal, a quien la Fiscalía le imputó los cargos de terrorismo agravado, daño en bien ajeno, homicidio agravado, tentativa de homicidio agravado y uso de material privativo de las Fuerzas Militares; y Wilson Arévalo, imputado por terrorismo, homicidio agravado y concierto para delinquir.
Carvajal fue detenido en Bogotá horas después del atentado a partir de escuchas que hicieron las autoridades en las que se le oye decir en una conversación con un amigo. La defensa de Carvajal insiste en que su defendido nada tiene que ver con estos hechos y que lo que dijo se trató supuestamente de una broma que le hacía al amigo con el que conversaba. Por su parte Wilson Arévalo fue la persona que vendió la camioneta utilizada en el atentado. Según la Fiscalía, tuvo una activa participación en estos hechos pues asegura que lo trajo a Bogotá y estuvo en el taller en donde cargaron el automotor con los explosivos el mismo día del atentado.
Adicionalmente, la Procuraduría General de la Nación abrió investigación contra el director nacional de Escuelas de la Policía Nacional, mayor general Carlos Enrique Rodríguez González, y la directora de la Escuela de Cadetes General Francisco de Paula Santander, brigadier general Juliette Giomar Kure Parra.
Para el Ministerio Público se hace necesario investigar si existió o no una conducta que pueda ser reprochada disciplinariamente al mayor general y a la brigadier general, “teniendo en cuenta que pese a las pruebas recopiladas en la indagación preliminar, no fue posible establecer si los oficiales ordenaron y adelantaron las acciones necesarias no solo para salvaguardar la seguridad de las instalaciones de la escuela, sino del personal que allí labora, se capacita o se encontraba de visita”.