Con la decisión del presidente Iván Duque, que establece que a partir del 1 de mayo dejará de ser obligatorio el uso del tapabocas en espacios cerrados, ya no hay vuelta de hoja: volvió por completo la normalidad a la ciudad de Bogotá.

Con el agradecimiento hecho por parte de la alcaldesa Claudia López por el acatamiento riguroso en las medidas de autocuidado y de vacunación, el levantamiento de esta medida será clave para los bares y las discotecas, uno de los gremios que más padeció las medidas de aislamiento al haber sido uno de los primeros en cerrar y el último en abrir.

No obstante, este gremio como otros, tales como Camacol, ahora está a la espera de que avance la implementación del Plan de Ordenamiento Territorial, para que el desarrollo de su actividad comercial se facilite. Dicho eso, y recordando que el gremio de la construcción llamó la atención sobre el hecho de que el cronograma que se trazó la Administración a finales del año pasado no se ha cumplido, ¿cuál es la postura de Asobares ante este hecho?

Para responder a esta pregunta, EL NUEVO SIGLO habló con el presidente de esta corporación, Camilo Ospina, quien comenzó por reconocer que la Administración Distrital ha avanzado en la proyección de un decreto en donde se abordan dos temas que son claves para el desarrollo de su actividad.

A este respecto, el presidente Ospina indicó que este decreto de hecho incorpora las dos peticiones que solicitó el gremio cuando comenzó el estudio del Plan en el Concejo de Bogotá. “Este Decreto precisa la ubicación de los servicios especiales y crea la diferencia entre los servicios con contenido sexual y la venta de licor en espacios como bares, estos últimos permitidos en zonas de proximidad. Y también establece las líneas generales de apoyo para el traslado de las actividades económicas que por razón de las decisiones de uso del suelo tuviesen que moverse”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el presidente de Asobares, quien no obstante llamó la atención sobre un hecho:

“El decreto todavía no tiene número y sigue colgado en la página web de la Secretaría Distrital de Planeación para comentarios de la ciudadanía. Hemos venido avanzando con ellos porque sobre todo los dos últimos artículos de este decreto son convenientes para nuestra actividad”, precisó el presidente Ospina, quien además confirmó a esta redacción que en lo corrido de este año se han adelantado, en el auditorio de la Alcaldía, algunas sesiones con gremios, en donde se ha socializado el derrotero a seguir.

Se trata, vale referirlo, del decreto “por el cual se fijan las condiciones para el traslado progresivo de la actividad económica de bodegas privadas de reciclaje, las acciones relacionadas con el área mínima de las ECA, los mecanismos para el apoyo en la reubicación de otras actividades económicas y se precisan las condiciones para la ubicación de servicios especiales en el marco de la implementación del Plan de Ordenamiento Territorial y se dictan otras disposiciones”.

En este sentido, es importante recordar que el gremio de los constructores, Camacol, levantó las alarmas la semana pasada y le solicitó a la Administración Distrital que acelere el ritmo de su respectiva implementación, pues de acuerdo con ellos la agenda acordada no se ha materializado.

“El proceso de reglamentación del Plan de Ordenamiento Territorial debemos hacerlo de manera conjunta, porque ya estamos en el mes cuarto del año y aún no hemos visto los resultados de la reglamentación y no se han cumplido los cronogramas que se propusieron por parte de la Secretaría de Planeación frente a este proceso”, le dijo a este medio el gerente de Camacol Bogotá & Cundinamarca, Alejandro Callejas, a finales de la semana pasada.

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El cronograma estipulado

El 29 de diciembre, la Administración Distrital de Claudia López aprobó, vía decreto, el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) que, en un atropellado paso por el Concejo de Bogotá, no tuvo un solo día de deliberación en esa instancia.

En su momento, y ya prácticamente cuatro meses después de su implementación, ¿qué tanto del cronograma que se trazó la Alcaldía Mayor de Bogotá, dos días antes de que finalizara el 2021, se ha cumplido? En otras palabras, ¿qué ha pasado con esta hoja de ruta del ordenamiento de Bogotá?

“Los compromisos que asumimos en el cabildo los vamos a cumplir. Haremos las revisiones cartográficas de algunas vías para que pueda haber bosque urbano, o en el caso del Salitre, para poder conectar el humedal con un parque lineal. Todos esos compromisos que se hicieron y que están en el acta del cabildo, que hicimos con los residentes de los barrios, los vamos a cumplir (…) Acordamos que las bodegas de reciclaje deberán estar en zonas estructurantes y acordamos un plazo de por lo menos dos años para que quienes se tengan que mover lo hagan en un plazo razonable”, indicó el 29 de diciembre la Alcaldesa que sería la primera tarea.

Explicó, además, que en los 24 meses restantes de gobierno se harían mesas de trabajo con curadores, quienes deben interpretar el POT y aplicarlo. Y en una tercera medida, con relación a los constructores como Camacol dijo que se acordaría la reglamentación sobre cargas urbanas, los mínimos de vivienda y cómo se liquidarán dichas cargas, entre otros temas, y toda esa reglamentación se hará con el sector privado y gremios interesados, “durante el primer semestre del año”.  

Y cuando se termine la campaña, estipuló en aquel entonces la mandataria López, se comenzaría la socialización y reglamentación participativa de las 33 nuevas localidades, “a partir de junio del 2022 y durante el 2023. Y también se trabajará en la reglamentación de las 25 actuaciones estratégicas, la política de moradores, de construcción y de revitalización urbana sin expulsar a los moradores”, indicó.

Socializaciones ante las JAL

Por último, vale referir que además de los gremios, en lo corrido del 2022 la Secretaría de Planeación ha socializado esta hoja de ruta con siete Juntas de Acción Comunal: las de Rafael Uribe Uribe, San Cristóbal, Teusaquillo, Kennedy, Barrios Unidos, Fontibón y Los Mártires.

Uno de los temas que más socialización han demandado es el de las Unidades de Planeamiento Local (UPL), que gracias a este POT permitirán alcanzar la ciudad de los 30 minutos. También se ha hecho énfasis en cómo este plan protege y garantiza la permanencia de residentes, actividades económicas y el tejido social de los barrios a través de la Política de Moradores.

Otro de los temas que más se ha socializado ha sido el de poner en marcha proyectos sostenibles como el de ecobarrios y huertas urbanas en zonas próximas a la Estructura Ecológica Principal, y también se ha discutido el Plan de Intervención para Mejoramiento Integral del Hábitat (Pimih), que tiene como objetivo reducir desigualdades y desequilibrios a través de la mejora de las condiciones de las viviendas construidas con mucho esfuerzo por la ciudadanía.

También se abordaron temas como las Actuaciones Estratégicas (AE) contempladas en el nuevo POT, que permiten garantizar las condiciones favorables para adelantar el proceso de revitalización y desarrollo que la ciudad requiere.

Las manzanas del cuidado, los programas de Conectividad Ambiental y Cambio Climático, Movilidad e Infraestructura Sostenible, Vitalidad y Cuidado, Territorios Productivos, Competitivos e Innovadores e Identidad Cultural y Patrimonio han sido otros de los temas socializados, e incluso se le explicó a la ciudadanía cómo será la declaración del humedal Hyntiba.

Por último, vale referir que también en un par de sesiones virtuales, el equipo técnico de la Secretaría Distrital de Planeación se reunió con los alcaldes locales de la capital para socializar este Decreto.