La seguridad de los directores de cárceles en Colombia ha cobrado mayor relevancia luego del reciente asesinato del director de la cárcel Modelo de Bogotá. Eleasid Durán Sánchez, quien dirige la cárcel de máxima seguridad de Palogordo en Girón, Santander, ha sido objeto de amenazas por parte de bandas criminales. Ante esta situación, la Unidad Nacional de Protección (UNP) le asignó un esquema de seguridad para proteger al funcionario y a su familia.

Durante más de seis meses, Durán Sánchez había solicitado medidas de protección de forma insistente, expresando su preocupación por las amenazas recibidas tanto dentro como fuera del centro penitenciario. Tras intensificar sus llamados al Gobierno Nacional, finalmente se le han asignado dos escoltas y un vehículo convencional como parte de su esquema de protección, aunque aún se espera la entrega de un vehículo blindado debido a la peligrosidad de la vía hacia la cárcel.

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El director ha denunciado públicamente las amenazas que enfrenta, identificando a grupos como La Inmaculada, el Tren de Aragua, Los Rastrojos Costeños y el comando élite urbano como los responsables de estas intimidaciones. Estas acciones ilustran el riesgo constante al que se enfrentan las autoridades penitenciarias en un entorno marcado por la presencia de bandas criminales y grupos armados ilegales.

La asignación de este esquema de seguridad evidencia la importancia de garantizar la protección de los funcionarios que desempeñan roles cruciales en el sistema penitenciario del país, especialmente ante la creciente amenaza que representan estas organizaciones delictivas.