Este viernes en el Concejo de Bogotá se aprobó en primer debate el Proyecto de Acuerdo “por medio del cual se establece que la Administración Distrital tome medidas para desincentivar la utilización de utensilios de un solo”. De aprobarse este proyecto de acuerdo, Bogotá será ejemplo para que en el país se trabaje en iniciativas similares pro defensa del ambiente.

El impacto de este material en el planeta es nefasto, pues de las 9.000 millones de toneladas de plástico que se producen en el mundo solo el 9% se recicla, y el resto termina en vertederos, basureros, ríos, humedales o en los cuellos de los animales marinos. De continuar con los mismos hábitos de consumo y con las mismas prácticas de gestión de residuos en 2050 tendremos 12.000 millones de toneladas de basura plástica.

"En Bogotá, estudios de Greenpaeace y la Universidad de Los Andes, nos muestran que en la ciudad se desechan cada 24 horas 6.300 toneladas de residuos, en donde cerca del 60% son plásticos. Necesitamos comprometer a las entidades, a nuestros servidores públicos y a la comunidad en general en la utilización de elementos biodegradables, biocompostables y en general, todos aquellos que sean amigables con el medio ambiente", señaló el cabildante Andrés Onzaga en el marco del debate.

Con este proyecto el Concejo de Bogotá le dice no al consumo irresponsable de plásticos de un solo uso, e invita a la ciudadanía a entender el impacto que estos elementos tienen en el medio ambiente. 

La tardía y casi imposible degradación de estos elementos conlleva a que terminen en zonas que no están dispuestas para su destinación final, ocasionando contaminación del agua y del suelo. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) cerca de 12.000 millones de toneladas de plástico llegarán al océano y el 99% de las aves marinas lo habrán ingerido en algún momento.

En materia de salud, los plásticos de un solo uso nos exponen a los contaminantes que se acumulan en las cadenas alimenticias, ampliando la posibilidad de que estos residuos lleguen al cuerpo humano. Según el estudio “Plástico y Salud. El coste de un planeta de plástico”, ante la ausencia de procesos que permitan reciclarlos, las partículas de micro-plástico, una vez ingeridas o inhaladas, pueden generar enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y cáncer.