“Viajé a Estados Unidos para disfrutar vacaciones de Navidad en compañía de familiares y amigos”, aclaró este martes Luis Fernando Andrade, expresidente de la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), tras conocerse su salida del país.

Andrade, quien no asistió a la audiencia programada  para este martes, está acusado de los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, en calidad de autor; ocultamiento, alteración o destrucción de elementos materiales probatorios, como coautor; y falso testimonio en calidad de determinador.

En libertad

Hace 15 días un juez revocó la medida de aseguramiento por considerar que no representa ningún peligro para la sociedad y este martes la defensa del exfuncionario explicó que por ahora no es obligatoria la presencia de su cliente en el juicio que se le sigue por los presuntos beneficios logrados en parte de los millonarios sobornos que pagó la multinacional Odebrecht para quedarse con contratos de obra pública.

En particular, las acciones de Andrade que están siendo auscultadas son las relacionadas con la adición del contrato de concesión Ruta del Sol 2 para el tramo Ocaña–Gamarra, que se hizo cuando él presidía la ANI.

Según la Fiscalía, Andrade se reunió en varias ocasiones con el entonces senador Bernardo Miguel Elías, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), encargado por Odebrecht de hacerle lobby ante entidades del Estado.

“Se tiene clara evidencia acerca del interés desmedido” de Andrade “en favorecer a un tercero”, que sería Odebrecht, indicó la Fiscalía en el escrito de acusación.

Salió el sábado

Según Migración Colombia, Andrade “salió del territorio nacional, el pasado sábado 15 de diciembre, por el Puesto de Control Migratorio del Aeropuerto Internacional Eldorado”.

Citando a la directora de esa regional, Claudia Sofía Barón, Migración Colombia precisó que “al momento de realizar el proceso de emigración y tras realizar las validaciones pertinentes, se logró establecer que no existía ninguna orden judicial que impidiera la salida del señor Andrade del territorio nacional”.

A través de un comunicado, Andrade sostuvo que “claramente, me preocupa mi seguridad y la de mi familia ante las intimidaciones que he venido recibiendo”; sin embargo, tras agradecer “el apoyo de todos ante este injusto proceso”, el exfuncionario señaló que, “como lo he hecho durante los últimos dos años, tengo la intención de seguir compareciendo ante la justicia colombiana hasta que se limpie mi nombre. Mantengo plena mi confianza en la transparencia e independencia de los jueces, que han demostrado que se puede surtir un proceso con todo el rigor jurídico sin ceder ante las presiones de la Fiscalía y su inexplicable persecución contra mí”.

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Un año

El 4 de diciembre, como la Fiscalía no pidió el martes prorrogar la medida de aseguramiento, consistente en detención domiciliaria, un juez le concedió la libertad a Andrade. La decisión tampoco fue impugnada por la Procuraduría ni por los representantes acreditados de las víctimas.

Fuentes de la Fiscalía explicaron entonces que se consideraba que la decisión tomada por el juez de control de garantías exactamente un año atrás había cumplido su objetivo y que los elementos materiales probatorios estaban a salvo, toda vez que en su momento se buscaba que Andrade no obstruyera el proceso o manipulara el conjunto de pruebas que tiene la justicia, riesgo que habría desaparecido porque ya fueron descubiertas.

En ese momento, Andrade expidió un comunicado en el que recibía “con agrado y sensatez” una decisión que “me permitirá enfrentar el juicio con las condiciones más apropiadas, después de haber sufrido 12 meses de detención preventiva en mi domicilio”.