Reacciones contrarias siguen generando en el sector académico del país las palabras de la ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación, Mabel Torres, quien defendió las bondades del conocimiento ancestral de las comunidades para curarse con productos naturales. La Ministra específicamente se ha referido a un hongo conocido como Ganoderma con el que ella tuvo una experiencia personal, pues dice que hace un tiempo preparó una bebida combinada con otras frutas del Pacífico y la dio a personas enfermas de cáncer en el Chocó.
Explicó la Ministra que “esta bebida la tomaron algunos pacientes y tuvimos casos positivos de resolución en cáncer de cérvix, seno y cerebro, especialmente”.
Torres se convirtió al final del año pasado en la primera Ministra de Ciencia, Tecnología e Innovación del país, cartera que fue creada apenas unos meses antes. También hizo parte de la Misión de Sabios que designó el presidente Duque el año pasado para que presentaran propuestas al país en materia científica.
Torre es Bióloga Química, Magíster en Microbiología de la Universidad del Valle, Doctora en Ciencias Biológicas y PhD. en Sistemática de Hongos de la Universidad de Guadalajara, México. Además, tiene un Magíster en Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Barcelona, España.
La Ministra explicó que “en mi tesis de Doctorado mi foco era cáncer” y posteriormente pensó que sería una “oportunidad de hacer un estudio más profundo de todo el mundo y trabajé con Ganoderma de Asia, África y América tropical”.
Añadió que el paso siguiente fue buscar la forma de aplicar los beneficios de este hongo y empezó a desarrollar metodologías para hacer extracciones.
“Había una sola manera de probarlo, y era ver cómo funcionaba en pacientes”, explicó la funcionaria, aunque acepta que le surgió “una pregunta ética, y era cómo le damos esto a un paciente sin que lo afecte sin pasar por todos estos estudios clínicos y preclínicos que necesitan todas las fases de investigación”.
No obstante decidió avanzar en este proceso “porque si no nos vamos a quedar esperando los 10 años de los estudios”. Aunque puso de presente que tenía “un soporte muy importante y es que ya estaban hechos los estudios de toxicidad de Ganoderma, que ya había en el mercado algunos productos, que Asia lo viene usando desde hace 2.000 años y, por lo tanto, para mí el tema ético desapareció”, explicó.
Sin embargo, por estas aseveraciones vinieron las críticas para la Ministra, por ejemplo desde la Asociación Colombiana de Facultades de Medicina (Ascofame) que en un comunicado señaló que “el futuro de la educación médica está soportado en los principios rectores de la investigación científica”.
Su presidente, Gustavo Quintero, señaló “la ciencia no puede ser empírica en un país que está en desarrollo de su idea científica. No puede ignorar que existe un método científico que, para aplicar posibles descubrimientos en pacientes, no se puede apartar de este sistema que tiene que contar con unos protocolos y comité de ética, para preservar a los pacientes en los cuales esa idea va a ser aplicada”.
Por su parte, la Liga Colombiana contra el Cáncer dijo en un comunicado que “la desinformación o información no avalada científicamente hace mucho daño, especialmente cuando se trata de una enfermedad tan compleja”.