La población de una de las especies de mamíferos más raras del mundo se incrementó con el nacimiento de un wombat de hocico peludo del norte, anunciaron las autoridades del estado australiano de Queensland.
El wombat de hocico peludo del norte es la más amenazada de las tres especies de wombats porque su población en libertad ya solo rondaría los 250 ejemplares.
La cría salió de la bolsa de su madre en el Refugio Richard Underwood creado hace ocho años en Queensland, donde vive una de las dos últimas poblaciones conocidas de wombats de hocico peludo del norte.
El Ministro de Medio Ambiente de este estado del nordeste de Australia, Steven Miles, precisó que los responsables de la reserva vigilaban a la madre desde hacía 10 meses.
“Ha sido una larga espera para el equipo especializado en wombats. Pero se confirmó que el pequeño salió finalmente de la bolsa”, dijo.
“Es el primer nacimiento en cinco años en la comunidad reintroducida de wombats de hocico peludo del norte y esto muestra que el macho traído el año pasado se ha adaptado bien”, agregó.
Las dos únicas poblaciones de esta especie se encuentran en Queensland, en el refugio Richard Underwood y en el Bosque Epping.
Alarmado por el retroceso de la colonia de wombats en este parque nacional, el gobierno de Queensland creó en 2009 un segundo refugio, lo que permitió a la población reconstituirse paulatinamente.
“Este pequeño es una llegada muy importante para la colonia, que demuestra que este refugio ofrece condiciones propicias a la reproducción”, declaró Miles.
Las otras dos especies son el wombat común y el wombat de hocico peludo del sur.
Estos marsupiales herbívoros autóctonos, que tienen una apariencia entre un osezno y una rata, están amenazados por los perros vagabundos, las enfermedades y la competencia de los canguros por sus alimentos.
El wombat es un género de marsupiales de Australia conocido también como Fascólomo. Los marsupiales se caracterizan porque las hembras llevan una bolsa (marsupium en latín) donde protege y guarda a sus crías hasta que termina la lactancia.
En las sabanas, bosques y matorrales del sudeste de Australia, habita una de las especies de marsupiales más singulares del planeta: el wombat (Vombatus ursinus). A simple vista parece un oso, pero sus patas son más cortas, sus dimensiones más pequeñas y su cola se asemeja a una mota de algodón. Su pelaje es marrón, negro, gris o una combinación de ellos. Sus orejas son similares a las de un cerdo, su boca a la de un roedor y puede medir hasta un metro de largo.
Es robusto, musculoso y cartilaginoso. Pesa entre 20 y 40 kilos, pero a pesar de ello, es presa fácil para los demonios de Tasmania, las rapaces y algunos perros. Cuando se siente amenazado por los humanos o por estos animales, el wombat saca sus afiladas garras y potentes dientes delanteros; los mismos que utiliza para escarbar las madrigueras en forma de túneles en los que habita y se resguarda.
Es feliz rodeado de tierra, especialmente la de climas templados, pues no tolera las altas temperaturas. Se alimenta de hierbas, juncos, raíces y vegetación dura. Suele ser de hábitos nocturnos, pero eventualmente el apetito lo obliga a salir de día para recolectar su comida. Camina dejando orificios por cualquier lugar que le imposibilite el paso y, en ocasiones, heces en forma de cubo.
Muchos aspectos, además de sus características físicas, describen y distinguen al wombat. Uno de ellos es su modo de reproducción. Curiosamente, cuando el macho se percata del celo de una hembra, inicia un proceso de persecución que puede prolongarse por media hora. Ella corre y él la acosa hasta agotarla. Cuando se detiene, él le muerde el trasero, la toma con las patas, la voltea bruscamente, la monta y la coloca a su lado. Cuando ella intenta escapar nuevamente, él retoma el asecho y repite la acción en varias ocasiones hasta fecundarla. La gestación dura cerca de 21 días y generalmente paren en la primavera.