Murieron 64 personas por ola de violencia en Irak | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Julio de 2013

Un total de 64 personas murieron en Irak este lunes, 54 de ellas en los atentados perpetrados en zonas de mayoría chiita, a lo que se agregan 10 militantes muertos por las fuerzas de seguridad en Tikrit, según informaron fuentes oficiales.

 

Más de 800 personas murieron por actos de violencia desde comienzos del mes de julio, según cálculos de la AFP basados en información de fuentes médicas y de seguridad, y más de 3.000 desde el inicio del año en todo el país.

El ministerio del Interior advirtió sobre las consecuencias de la ola de violencia.

 

Irak enfrenta "una guerra abierta de las fuerzas del sectarismo sangriento que busca hundir al país en el caos y reproducir una guerra civil", indicó el ministerio en un comunicado.

En Bagdad, 11 coches bomba estallaron en nueve barrios diferentes, de los que al menos siete eran de mayoría chiita.

El ejército y la policía mataron por su lado a 10 militantes al oeste de Tikrit, indicaron oficiales de policía.

En Sadr City, barrio chiita de Bagdad, un coche bomba explotó en una plaza donde estaban reunidos obreros jornaleros que buscaban trabajo.

 

La explosión hizo volar por los aires un minibús, arrojándolo a más de 10 metros y destruyó los escaparates de varias tiendas, según un fotógrafo de la AFP.

Otro coche bomba explotó en Mahmudiya, a 30 km al sur de la capital, matando al menos a dos personas e hiriendo a otras 25.

En Kut, una ciudad de mayoría chiita a 160 km al sur de Bagdad, al menos seis personas murieron y 57 resultaron heridas en la explosión de dos coches bomba.

Por otro lado, al menos dos personas murieron y decenas resultaron heridas por la explosión de dos coches bomba en Samawa, otra ciudad chiita situada a 280 km al sur de Bagdad.

 

En Basora, ciudad portuaria del sur del país también de mayoría chiita, también estalló un coche bomba, dejando cuatro muertos y cinco heridos.

Todos estos atentados dejaron cerca de 54 muertos y más de 232 heridos.

La violencia ha empeorado en los últimos tres meses, regresando a los niveles de 2008 tras la guerra civil entre sunitas y chiitas que dejó decenas de miles de muertos en 2006 y 2007.

El incremento de la violencia está vinculado al resentimiento de la población sunita, en el poder bajo el régimen de Sadam Hussein, con la mayoría chiita actualmente en el poder a la que acusa de practicar discriminaciones.

 

El año pasado se iniciaron manifestaciones sunitas para reclamar la liberación de sospechosos detenidos conforme a una ley antiterrorista que permite mantenerlos detenidos de manera casi ilimitada.

La crisis alcanzó un pico el 23 de abril, cuando las fuerzas de seguridad y manifestantes, en su mayoría desarmados según la ONU, se enfrentaron cerca de la ciudad de Hajiwah (norte), causando 53 muertos.

Ataques con bomba masivos y coordinados contra la población civil ocurren una o dos veces por semana en promedio, mientras que otros atentados, con blancos más específicos, acosan cotidianamente a las fuerzas del orden.

 

Grupos vinculados a la red extremista Al Qaida son considerados en buena medida como responsables de los atentados recientes contra civiles, cometidos probablemente con el objetivo de relanzar la guerra civil, según observadores.