El colombiano Luis Fernando Montoya, el técnico que fue baleado en 2004 tras vencer en la Copa Libertadores con el modesto Once Caldas, sigue postrado en una silla de ruedas pero con su extraordinario esfuerzo ha conseguido regresar al mundo del fútbol como asesor de Millonarios.
La oferta del club bogotano, un grande de Colombia que lleva años tratando de remontar el vuelo, es un paso más de Montoya hacia uno de sus grandes anhelos: volver a dirigir.
Por el momento, el técnico ha aclarado que seguirá viviendo en su casa de las afueras de Medellín (noroeste).
Montoya establecerá un contacto permanente con la directiva de Millonarios y el nuevo timonel Hernán Torres a través de Internet y sólo acudirá a los partidos que dispute el equipo en Medellín.
Pese a las barreras logísticas, el entorno de Montoya asegura que no lo ha visto tan feliz desde el fatídico 22 de diciembre de 2004, cuando disparos de unos ladrones que perseguían a su esposa impactaron su médula espinal, causándole una cuadriplejia casi sin esperanza de cura.
"Además de ser un trabajo para mí, (la asesoría) es la posibilidad de recuperar ciento por ciento mi estado anímico", reconoció Montoya, de 50 años, en una entrevista con el diario nacional El Espectador.
En cuestión de segundos, el ataque arruinó la carrera de quien había sido elegido mejor técnico en Suramérica ese 2004, un año en el que su Once Caldas doblegó a Boca Juniors en la final de la Libertadores y sólo hincó la rodilla ante el Oporto en la tanda de penales de la Copa Intercontinental.
Tras asumir la fatalidad, el timonel inició una recuperación física que sorprendió a los médicos y le convirtió en un ejemplo de superación personal que emocionó a Colombia, donde se le conoce como 'El Campeón de la vida'.
De requerir un ventilador mecánico y un marcapasos diafragmático para respirar, el técnico pasó a hablar con cada vez menos dificultad y a recuperar la sensibilidad en algunos puntos de su cuerpo.
También empezó Montoya a pelear por no desvincularse de su profesión.
El 'Profe' ha dictado clases sobre fútbol en dos universidades, publica una columna semanal en El Espectador y participa en campañas de promoción del deporte entre la juventud.
También tiene siempre un consejo para colegas y jugadores que le visitan en su casa, donde es cuidado por su esposa, hijo y un equipo médico en un hermoso paraje frente a los cerros andinos.
A inicios de este año 'El Profe' disfrutó de su primera recompensa futbolística al poder dirigir desde la banda a uno de los equipos de un partido benéfico en Medellín.
La escuadra de Montoya, formada por jugadores locales y figuras como el argentino Martín Palermo, goleó 3-0 al otro combinado que preparó el ex seleccionador colombiano Hernán 'Bolillo' Gómez.
Ahora es el turno del fútbol profesional, con el ambicioso reto de devolver a Millonarios a la senda del triunfo en el torneo local, que no conquista desde 1988, y en la Copa Sudamericana.
Para ello cuenta con sus conocimientos técnicos y la misma fe con la que ansía levantarse algún día por sí mismo y abrazar a su familia.