Una de las mayores preocupaciones de la Iglesia Católica y de sus jerarcas ha sido el conflicto que desde hace tantas décadas padece el país. Siempre han estado prestos obispos y sacerdotes a ofrecer su concurso en la búsqueda del sosiego y la tranquilidad de todos los colombianos. Poner fin a una contienda que ha dejado tanto dolor es un objetivo que cuenta con el apoyo de la Iglesia, más ahora que se realizan conversaciones en la capital de Cuba entre representantes del Gobierno nacional y voceros de la guerrilla de las Farc.
El presidente de la Conferencia Episcopal y recién designado Cardenal por el Papa Benedicto XVI, monseñor Rubén Salazar, se pronunció para expresar su respaldo al proceso de paz entre el Gobierno y las Farc y pidió apoyar los diálogos en La Habana, no obstante las dificultades.
Les solicitó a todos los colombianos tener confianza, aunque, dijo, es difícil por la situación de violencia en el país. ‘Hay que ser capaces de acabar con esta guerra intestina que ha destruido al país durante los últimos 50 años’. Rechazó los recientes actos de violencia de las Farc y pidió la pronta liberación de los uniformados secuestrados, por ese grupo subversivo.