El nuevo presidente de Egipto, el islamista Mohamed Mursi, expresó este sábado su apoyo a los "derechos legítimos" de los palestinos y pidió el fin del baño de sangre en Siria, en su primer discurso tras acceder al cargo.
Egipto "está al lado del pueblo palestino para que obtenga todos sus derechos legítimos y vamos a actuar para conseguir la reconciliación palestina", dijo Mursi en un discurso en la Universidad del Cairo, poco después de jurar el cargo.
"Vamos a trabajar para lograr la reconciliación palestina", añadió, aludiendo a los esfuerzos para acercar el movimiento Hamas, que controla la Franja de Gaza, y el Fatah del presidente Mahmud Abas.
Estos esfuerzos, iniciados por El Cairo en la época del presidente Hosni Mubarak, derrocado en febrero de 2011, prosiguieron luego con el poder de transición instaurado por el ejército egipcio.
La victoria electoral de Mursi había sido celebrada en Gaza por el Hamas, que pertenece al movimiento panislamista de los Hermanos Musulmanes, de donde procede el presidente egipcio.
Tras el anuncio de su victoria el domingo pasado, Mursi había asegurado que respetaría los compromisos internacionales de Egipto. Entre ellos figura el tratado de paz de 1979 con Israel.
El nuevo presidente egipcio también se refirió al conflicto que vive Siria desde que estalló, hace 15 meses, la rebelión contra el régimen del presidente Bashar Al Asad.
"Apoyamos al pueblo sirio. Queremos que cese el baño de sangre", declaró Mursi.
AFP