La misteriosa desaparición de 11 jóvenes hace más de una semana, aparentemente a la salida de un bar de Ciudad de México, se ha vuelto un verdadero desafío para las autoridades capitalinas, que no logran encontrar pruebas sobre lo que ocurrió.

Basándose en declaraciones de un supuesto testigo, los familiares de las víctimas, entre ellos un menor de 16 años, aseguran que hacia las 10H00 del 26 de mayo un comando armado raptó a los 11 jóvenes en camionetas cuando salían del bar "Heaven", un establecimiento de la acomodada Zona Rosa que abre hasta bien entrada la mañana.

Hasta ahora, el fiscal de Ciudad de México, Rodolfo Ríos, asegura que no se tiene "acreditada fehacientemente la existencia de un comando de esa naturaleza".

El funcionario alega que las cámaras de video del bar no estaban funcionando, que "no hay señales de violencia" en el local y que el único testigo que aparentemente presenció los hechos y rindió declaración ante las autoridades ya "no se encuentra" en el domicilio que indicó para ratificar sus declaraciones.

Aunque otras cámaras de la zona muestran que varias camionetas transitaron por la calle donde se sitúa el bar, "no podemos aseverar con precisión que las personas (desaparecidas) se encontraban en el interior de las mismas", añadió Ríos.

Así, el fiscal de la capital más grande de América Latina reconoció que no cuenta con "evidencia exacta y precisa" que demuestre siquiera que los desaparecidos estuvieran efectivamente en el bar y que no se puede hablar de secuestro porque no se ha pedido dinero por el rescate.

Lo único que se sabe es que 12 pastillas psicotrópicas y 42 gramos de marihuana fueron encontrados durante un registro policial del bar, a cuyo dueño y empleados tampoco han logrado encontrar las autoridades.

Hecho aislado o presagio de violencia

Aunque el gobierno de la capital mexicana desplegó un operativo especial de 500 policías en la Zona Rosa, el alcalde, Miguel Ángel Mancera, insiste en que la desaparición es únicamente un hecho "focalizado".

"Este caso está teniendo un impacto para la imagen del gobierno, que ha tenido un manejo torpe de la información y persisten muchas dudas sobre lo que sucedió", dijo a la AFP Alejandro Hope, especialista en seguridad del Instituto Mexicano para la Competitividad.