Apurado y con sobresaltos, Millonarios logo arrebatarle un punto en su visita al Deportivo Cali y continuar amasando su clasificación para la liguilla.
Los azules se fueron arriba en el marcador a los 20 minutos del primer tiempo por intermedio de Núñez, pero sobre el final de la primera parte parecieron sentir el esfuerzo físico, aflojaron en las marcas y en la segunda mitad dieron ventajas hasta que en una falta muy discutida de Blanco, el árbitro sancionó pena máxima y Sambueza señaló el 1-1 con que se liquidaron las acciones.
El primer tiempo fue muy parejo, con un visitante ordenado, seguro en el fondo, con mucho control de balón pero sin profundidad, al punto que los arqueros Vikonis, de la visita y Hurtado, del local, no ensuciaron el uniforme porque en el gol de Millonarios el portero azucarero ni siquiera pudo lanzarse.
El técnico Rubén Israel montó un retén en el mediocampo con Blanco, insuperable en el uno contra uno y apoyado por Robayo que no solo quitaba sino que también le daba salida al equipo, mientras que Estrada ejerció como “aduana” porque por sus botines pasaron todos los balones y Rangel se batió con los defensores centrales, pero esta vez no tuvo opciones de marcar.
La segunda parte fue diferente. Millonarios acusó el cansancio, tal vez por la hora del partido, 10:00 de la mañana y el calor de Palmaseca, Cali utilizó una fórmula sencilla para inquietar a su adversario y fue la salida constante de los laterales, hasta que logró el empate en una acción muy dudosa pero en la que hay que darle el beneficio de la duda al árbitro y de panea máxima señaló el 1-1.
Millonarios tuvo otra llegada en la que pudo aumentar la cuenta, no lo hizo como tampoco el Cali que tuvo opciones, no muchas pero sí más que los azules en el segundo tiempo y al final un 1-1 que pareció justo y que le permite a los celestes llegar a 27 unidades y a su contrincante a 18, obligado a sumar para poder pensar en la semifinal.