La Copa Postobón la tiene en el bolsillo, pero no podrá confiarse de los ‘ajedrezados’, que vienen a buscar el milagro en El Campín.
Diez años después de haber levantado la Copa Merconorte ante Emelec de Ecuador, Millonarios tiene a tiro de as el título de la Copa Postobón, un torneo que ha despertado interés, ya que el premio mayor es tiquete a la Copa Sudamericana 2012.
Los ‘Embajadores’, dirigidos por el médico venezolano Richard Páez, tienen ilusionada a su afición con la vuelta olímpica luego del 1-0 al Boyacá Chicó en el estadio La Independencia de Tunja, donde con un golazo del volante Rafael Robayo sentenciaron la corona.
Millos es un equipo de altibajos. Tiene partidos buenos y pésimos, en los que pierde la brújula y pone a dudar a su afición sobre la identidad de juego que aplica el galeno Páez, quien a veces sí y a veces no. No ha podido encontrar la línea titular, de ahí que realice tantas variantes y todo le sale a medias… cuando se piensa que han alcanzado el ritmo esperado algo desentona, cuando no es la defensa la que parpadea, son los delanteros los que fallan en la puntada final, como le sucedió al goleador Edison Toloza, quien erró un penalti contra Deportivo Pereira (el sábado) en mano a mano por la XII jornada de la Liga Postobón II.
Nadie pensó que a ‘San Edison’, que es impecable en esta clase de cobros, se le fueran a ir las luces. Toloza lanzó el penalti, pero ‘Rufay’ Zapata alargó su pierna para rechazar la bola, ahogando el grito de gol del público albiazul.
Millonarios ahorró en absolutamente todo para darle la pincelada a la corona de la Copa Postobón. Esa fue la tesis que manejó tras el 0-0 ante los ‘Matecañas’. Si es así, todo bien. Pero no se le perdona que teniendo la oportunidad de volver al grupo de los ocho de la Liga Postobón II, se haya relajado.
No todos los partidos se pueden jugar a las mil maravillas. En los primeros 90 minutos de la final de la Copa Postobón ante Chicó, Millonarios mostró una actitud interesante, lo cual dio para pensar que tendría ‘gasolina’ para arrollar al Pereira.
Sin embargo, el optimismo en el equipo capitalino es total. “Faltan 90 minutos y tenemos una linda oportunidad de levantar la copa”, comentó el capitán Rafael Robayo, mientras que el artillero Edison Toloza manifestó: “Estamos mentalizados para ganar y si hay un penalti lo volveré a cobrar”.
El Chicó, dirigido por Alberto Gamero, no es cualquier pera en dulce. Ellos vienen por la revancha a Bogotá e intentarán ganar no sólo por 1-0, sino por un marcador más amplio… “que nos permita ser campeones de la Copa Postobón”, señalan.
Los integrantes del conjunto boyacense, quienes respetan a Millonarios pero no le temen, consideran que la caída en el primer lance fue por el cansancio, que no tuvieron cómo responderle al rival, que pudo golear, no lo hizo por las súper atajadas del juvenil arquero Cristian Bonilla, quien tiene vivo al Chicó.
Hoy en las apuestas, Millonarios gana 10-2, pero cuidado… Chicó es un equipo enredador, que amilana al contrario y cuando tiene espacio le da el ‘mazazo’. La ‘Táctica-Gamero’ no es vistosa, pero sí rendidora. Eso lo sabe Richard Páez, quien les ha hecho mucho énfasis a sus discípulos sobre la manera de atacar en bloques del Chicó, que además tiene volantes y delanteros desequilibrantes, a quienes no podrán perder de vista, entre ellos Edwin Móvil y José Eric Correa.
Una vez más se le pide a los hinchas de ambos equipos buen comportamiento, antes y después del encuentro.