Jueves, 27 de Octubre de 2011
La promesa del técnico Richard Páez de obtener un título para los azules se cumplió levantando la Copa Postobón, que les dio casilla la Sudamericana 2012
En una inolvidable noche y frente a 40 mil personas, Millonarios se proclamó campeón de la Copa Postobón de Fútbol de Colombia, diez años después de haber ganado la Copa Merconorte, derrotando en la final 1-0 al Boyacá Chicó con gol de Rafael Robayo en la ciudad de Tunja y con un golazo de Mayer Candelo en el estadio El Campín, respondiendo a su favoritismo.
Los azules dirigidos por el médico venezolano Richard Páez, fueron superiores a los ajedrezados, que con la dirección de Alberto Gamero, intentaron sorprender en los 180 minutos, pero no carecieron de resolución en la línea de gol y fueron doblegados por un Millos, que mostró su casta, jugando con tranquilidad y certeza, llevado de la mano por el ‘patrón’ Robayo y por el talentoso Mayer, quien se encargó de dar el candelazo para que los hinchas del conjunto ‘Embajador’ estallaran en júbilo.
En el primer tiempo, Millonarios esperó y atacó al Chicó, sin embargo el gol no llegó, unas veces por la falta de puntería de Edison Toloza y Eric Moreno, y en otras por las brillantes atajadas del arquero de los visitantes Cristian Bonilla. Chicó quiso manejar las acciones, pero Millos lo presionó, y cuando aterrizó sobre los predios albiazules con remates de Edwin Móvil y Jhon Jairo Montaño, el cuidapalos Nelson Ramos, como siempre, estuvo atento a evitar la caída de su arco.
Millonarios, además de controlar al rival, sabía que con el empate daría la vuelta olímpica, pero que era necesario redondear la alegría para su público, entonces fue más punzante en la etapa complementaria. La orden de Páez era liquidar al Chicó y para lograrlo envió al campo al uruguayo José Luis Tancredi (minuto 13) por Eric Moreno. La intención era ser más profundo, tenerle un socio a Candelo y con pases largos a Toloza desequilibrar la defensa de los boyacenses, que sin Pedro Pino, quien le entregó su lugar a Elvis Perlaza, por lesión, perdió seguridad.
Pero el Chicó resistía los embates azules. Lo que nadie pensaba era que el volante Avimileth Rivas fuera expulsado por el árbitro Adrián Vélez, por reiteradas faltas le mostró el cartón rojo. Con diez elementos, el equipo de Gamero se vio obligado a ser más cauto a la hora de salir a buscar la anotación, mientras que Millos se atrevió a ir más arriba, hasta que al minuto 35 derribaron a Toloza en el área y Vélez sancionó el penalti. Ejecutó Candelo y Cristian Bonilla le contuvo el zapatazo a Mayer, dejando fríos a los amantes del equipo capitalino.
Sin embargo, las esperanzas de triunfo seguían latentes. Y al minuto 40, Bonilla que era el súper héroe del Chicó, rechazó mal el balón y Mayer Candelo con un disparo chuzado marcó el 1-0, tomando revancha de lo sucedido en el penalti. “Desde hacía mucho tiempo no vivía una alegría tan grande… no daba una vuelta olímpica”, dijo el autor del gol, con el cual Millonarios selló el título, que además de ser celebrado en El Campín, tuvo una soberbia fiesta en el Parque Simón Bolívar, donde los aficionados gozaron estrechándole la mano y abrazando a los jugadores, a quienes les dieron las muchas gracias una y otra vez.
La victoria es un premio para Richard Páez, quien con demasiada paciencia aguantó las críticas y con la corona de la Copa Postobón y la clasificación a la Copa Sudamericana 2012, les tapó la boca a quienes no creían en su proceso. “Este título es para los hinchas”, se le escuchó al galeno Páez, quien había prometido dar una vuelta olímpica este año y ahí la tienen grabada en su mente los eufóricos admiradores de Millonarios, que a partir de ya se la jugará por estar entre los ocho de la liga Postobón II y le apuntarán a su estrella catorce, que les ha sido esquiva desde 1988.
Lo ganado, ganado. Millos con este triunfo en la Copa Postobón, estará más motivado para afrontar lo que resta de la Liga Postobón II, en la que deberá continuar con pasos firmes y de esta manera tener a los hinchas a sus pies.
Adiós al ayuno
Millonarios dejó atrás 24 años, sin saber que era ganar un título a nivel local, con la Copa Postobón. Luis Augusto García lo llevó a dar la última vuelta olímpica en 1988, cuando conquistaron la estrella trece, en la categoría grande. Ahora el técnico Richard Páez se encargó de hacer el borrón y cuenta nueva. Los azules hace diez años habían sido los reyes de la Copa Merconorte.
“Jugamos con la necesidad del Chicó. Esperamos que nos dieran los espacios para llegar al gol y logramos darle el título de la Copa Postobón a esta gran afición”, se le escuchó al capitán Rafael Robayo.
Los hinchas de Millonarios se comportaron a la altura, durante los 90 minutos en el estadio Nemesio Camacho El Campín. Las ‘barras bravas’ demostraron que el fútbol es para gozarlo… para vivirlo en paz.