Rusia liberó a casi todos los militantes de Greenpeace que había detenido en el Ártico, pero rechazó un fallo del Tribunal Internacional del Derecho del Mar, que solicitaba se los autorice a abandonar el país.
Otros 15 miembros de la embarcación de Greenpeace detenida en septiembre en el Ártico, entre ellos el argentino Hernán Pérez Orsi, salieron este viernes de prisión en San Petersburgo, tras haber recibido la libertad bajo fianza, anunció la ONG.
Poco después, el Tribunal del Mar, con sede en Hamburgo, solicitó a Rusia que autorice a "todas las personas que han sido detenidas (...) a abandonar el territorio y las zonas marítimas dependientes de su jurisdicción", a cambio de una fianza de 3,6 millones de euros. También le pidió que libere al barco con el que estos militantes llevaron a cabo una acción contra una plataforma petrolera rusa en el Ártico.
Moscú rechazó este fallo, por considerar que este caso "no está bajo la jurisdicción del Tribunal Internacional".
Según medios de comunicación rusos, los militantes de Greenpeace tendrán que permanecer en San Petersburgo y no podrán regresar a sus países hasta que no se los haya juzgado.
Poco antes, también el viernes, el capitán del "Artic Sunrise", el estadounidense Peter Willcox, el argentino Miguel Hernán Pérez Orsi, el suizo Marco Weber, los holandeses Faiza Oulahsen y Mannes Ubels, el canadiense Paul Ruzycki, y los británicos Kieron Bryan y Anthony Perrett salieron del centro de detención de San Petersburgo tras la entrega de su fianza, de dos millones de rublos (45.000) euros por persona.
"Llevamos a cabo acciones pacíficas y no violentas. Es la primera vez, en más de 40 años, que paso más de una noche en la cárcel", declaró Willcox, quien ocupaba el mismo puesto en el célebre barco de Greenpeace "Rainbow Warrior", hundido en Nueva Zelanda en 1985 por los servicios secretos franceses, por protestar contra la realización de pruebas nucleares.
Poco después, los británicos Alexandra Harris, Frank Hewetson e Iain Rogers, así como el neozelandés Jonathan Beauchamp, la turca Gizem Akhan, el ucraniano Ruslan Iakuchev y el canadiense Alexandre Paul abandonaron también la prisión.
La justicia rusa también concedió este viernes la libertad bajo fianza a otros tres activistas: el estadounidense de origen ruso Dimitri Litvinov, el ruso Roman Dolgov, y el británico Phil Ball, por lo que el número de militantes que se beneficiaron de esta medidas asciende a 29.
Solo el australiano Colin Russell vio su pena de prisión prolongada tres meses, hasta el 24 de febrero. El embajador australiano en Rusia anunció que recurriría la decisión y se mostró confiado en que será revocada.
El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que las autoridades no tenían la intención de interferir en este caso.
Los 30 activistas formaban parte de la tripulación del barco "Arctic Sunrise", de bandera holandesa y detenido en septiembre por un comando ruso en helicóptero después de que parte de sus tripulantes llevaran a cabo una acción contra una plataforma petrolera en el Ártico para denunciar los riesgos de esta explotación.
Todos ellos fueron inculpados de "piratería" y posteriormente de "vandalismo". La justicia rusa no dejó claro si la primera acusación, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, fue levantada. La segunda puede acarrear una pena de hasta siete años.