El Banco de México (central) redujo este viernes la tasa de interés interbancaria por primera vez en casi cuatro años hasta situarla en el 4%, aunque descartó que se trate de un ciclo de recortes.
Con esta reducción, de 50 puntos base, "se reconocen los logros de mediano plazo en el abatimiento de la inflación y se facilita el ajuste de la economía a un escenario de menor crecimiento económico e inflación", argumentó la Junta del Banco en un comunicado.
La inflación en México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil, cerró 2012 en 3,57% y para este año el banco tiene el objetivo de que se ubique alrededor del 3%. Hasta febrero, la tasa de inflación anualizada se situaba en el 3,55%.
Después del anuncio, la Bolsa Mexicana de Valores cerró con una ligera ganancia de 0,80%, y su principal indicador, el Índice de Precios y Cotizaciones, se ubicaba en 44.322,51 puntos, en tanto que el peso mexicano se apreció 1,01%, al cerrar en 12,83 unidades por dólar.
El Banco había mantenido congelada la tasa de interés en el 4,5% desde julio de 2009 y aclaró que la reducción anunciada este viernes "no representa el inicio de un ciclo de bajas" en el costo del dinero.
Analistas en México daban por descontado un movimiento de las tasas en los próximos meses aunque no todos esperaban que se fuera a producir en este momento.
En general, esta reducción "no sorprende porque la inflación se ha estado comportando favorablemente. Nosotros habíamos estado analizando la inflación y observando algunos indicios de un cambio estructural que permitía recortar la tasa", dijo a la AFP Arnoldo López Marmolejo, economista principal de análisis macroeconómico del banco BBVA en México.
En su razonamiento, el banco resalta que "prevalecen importantes riesgos a la baja para el crecimiento económico mundial" y señala que entre los riesgos a corto plazo para México está el proceso de consolidación fiscal y un esperado menor crecimiento de Estados Unidos, su gran socio comercial.
También considera que en la zona euro "la actividad sigue sin mostrar señales de recuperación" y que el crecimiento de las economías emergentes se ha moderado, a la vez que se registran "trayectorias a la baja de los precios internacionales de la mayoría de las materias primas".
A raíz del menor dinamismo de la economía mundial, el banco identificó que varios indicadores de la actividad económica en México "han comenzado a mostrar una desaceleración", entre ellos la demanda externa e interna y el mercado laboral.
Sin embargo, la entidad sostiene que México "seguirá creciendo sin que se presenten presiones inflacionarias generalizadas".
En el futuro inmediato, el banco anticipa que el "considerable relajamiento monetario" que se espera en muchas economías avanzadas y emergentes propicie la llegada de mayores flujos de capital a México.
López Marmolejo apuntó que también podría llegar una mejora de la calificación de México en las agencias crediticias por las perspectivas de implementación de varias importantes reformas a lo largo del año, entre ellas la fiscal y la energética, lo cual podría impactar en la cotización del peso.
La economía mexicana creció 3,9% en 2012 respecto al año anterior, impulsada por un avance del 6,7% en las actividades primarias (extracción de recursos naturales).
En 2009, México atravesó una fuerte recesión provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos, que contaminó a los mercados de todo el mundo.
Esto ocasionó una caída del 6,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, la peor en más de 70 años, aunque en 2010 la economía registró un crecimiento de 5,3% y en 2011 la expansión fue de 3,9%.
AFP