Semana redonda para el astro argentino Lionel Messi: tras casarse y ampliar su contrato con el FC Barcelona, se anunció que evitará ingresar a prisión por fraude a cambio de pagar una multa de 252.000 euros.
La Audiencia Provincial de Barcelona (noreste de España) aprobó la sustitución de los 21 meses de prisión decretados para Messi por defraudar 4,1 millones de euros procedentes de los derechos de imagen ingresados entre 2007 y 2009.
La sentencia, fechada el jueves y divulgada este viernes por el tribunal, también conmuta la pena de 15 meses de prisión para Jorge Messi, el padre del futbolista y considerado cooperador necesario, por una multa de 180.000 euros.
Ambos fueron condenados por haber creado junto a unos asesores fiscales un entramado societario en Reino Unido, Suiza, Belice y Uruguay para evitar el pago de impuestos de los derechos de imagen que ingresó el astro argentino entre 2007 y 2009.
En España, las penas de prisión inferiores a dos años pueden no aplicarse cuando los condenados no tienen antecedentes criminales y no han cometido delitos de sangre.
En el caso de Messi, la Audiencia tuvo en cuenta su impoluto historial y el hecho de que hubieran abonado ya la responsabilidad civil y la multa impuesta de 3,7 millones de euros entre ambos.
"Lo anterior les hace acreedores, a ambos, de la concesión del beneficio de la sustitución de la pena de prisión por multa", señala el tribunal.
La fiscalía ya había dado su visto bueno a esta medida reclamada por la defensa.
Durante el tiempo que dure la pena de prisión, los Messi deberán ingresar 400 euros diarios y "en el supuesto de incumplimiento en todo o en parte de la pena sustitutiva, la pena de prisión inicialmente impuesta se ejecutará", advierte el tribunal.
La pesadilla judicial que lo perseguía desde 2013 termina en un momento dulce para él, después de casarse con Antonella Roccuzzo y ampliar su contrato con el FC Barcelona que, según el club, lo convierte en el futbolista mejor pagado del mundo.
- Ofensiva contra el fraude -
En junio de 2013 una fiscal de Gavà, al sur de Barcelona, interpuso una querella contra Messi y su padre por haber defraudado al fisco entre 2007 y 2009.
El rosarino, aunque todavía no era la estrella que es actualmente, empezaba a despuntar en el primer equipo azulgrana y firmaba contratos de imagen con grandes marcas como Adidas, Konami, Pepsi y Danone.
Los contratos, sin embargo, iban a nombre de las empresas de este entramado societario, que desviaba los ingresos hasta hacerlos llegar a una sociedad del futbolista en Uruguay.
En el juicio celebrado hace un año, Messi aseguró estar totalmente al margen de la gestión de su fortuna. "Yo me dedicaba a jugar al fútbol", dijo, revelando incluso que no sabía qué contratos firmaba.
Aun así, el tribunal entendió que esta indiferencia no le exhimía de culpta e incluso mostraba que había actuado con dolo. En su sentencia condenó a ambos a 21 meses de cárcel y a una multa de 3,7 millones (2,1 para Messi y 1,6 para su padre).
Tras la condena, el FC Barcelona impulsó la polémica campaña "Todos somos Messi" para defender su inocencia y ofrecerle solidaridad.
La defensa recurrió al Tribunal Supremo que mantuvo la condena para Messi pero la redujo a 15 meses y a 1,3 millones de euros de multa para su progenitor.
Messi, el tercer deportista mejor pagado del mundo según la revista Forbes, fue de los primeros objetivos de la reciente ofensiva judicial contra el fraude en el fútbol junto a su compatriota azulgrana Javier Mascherano, también condenado.
El próximo 31 de julio deberá declarar ante un juez instructor su gran rival en el césped, el portugués del Real Madrid Cristiano Ronaldo, acusado de haber defraudado 14,7 millones de euros.
Otras figuras internacionales están en problemas judiciales como el colombiano Radamel Falcao, el entrenador portugués José Mourinho, el chileno Alexis Sánchez o el argentino Ángel di María.