El nuevo mediador de la ONU y de la Liga Árabe en Siria, Lakhdar Brahimi, denunció el "pasmoso" número de víctimas en el conflicto entre los rebeldes y las fuerzas del régimen de Bashar Al Asad, donde este miércoles seguían los bombardeos en Alepo.
La crisis entra el próximo 15 de septiembre en el 18º mes sin ninguna perspectiva de solución, con un régimen decidido a aplastar la rebelión, unos rebeldes que reclaman la salida del presidente Asad, y unas divisiones internacionales entre Rusia y China por una parte y las potencias occidentales, árabes y Turquía por otra.
El presidente egipcio, Mohamed Morsi, llamó el miércoles a un cambio de régimen en Damasco y el primer ministro turco, Recep Tayip Erdogan acusó al país de haberse convertido en un "Estado terrorista", pero Pekín ha rechazado toda presión al régimen, aunque dice estar a favor de una "transición política".
En su primer discurso el martes ante la Asamblea General de la ONU desde el inicio oficial el sábado de su misión, Brahimi anunció visitas "en los próximos días" a El Cairo y a Damasco para sondear a la Liga Árabe y a las autoridades sirias sobre sus intenciones y sentar las bases de su misión.
Mientras tanto, los combates en el terreno no cesan.
El miércoles, 34 personas, entre ellas 28 civiles y seis rebeldes, murieron en los combates y en los bombardeos, según un balance provisional del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que recoge sus datos de una amplia red de militantes en el terreno.
En Alepo, segunda ciudad del país y punto estratégico en el Norte, 19 personas, incluidos siete niños, murieron en los bombardeos en los barrios rebeldes, indicó el OSDH.
Los insurgentes, que reabrieron el frente el 20 de julio resisten las embestidas del ejército, que quiere tomar el control de la ciudad y cerca varios barrios en los que faltan productos de primera necesidad, según los militantes.
"Pasmoso, catastrófico"
En el este, el aeropuerto militar de la ciudad de Bukamal fue escenario de duros combates. Los rebeldes perdieron a seis hombres pero "controlan grandes partes del lugar", afirmó el OSDH.
Los insurgentes habían lanzando el asalto el 1 de septiembre, después de haberse apropiado de un edificio de la defensa aérea en la que estaban almacenados misiles antiaéreo en Bukamal. En los últimos días han llevado a cabo varios ataques contra aeropuertos militares utilizados para bombardear sus bastiones.
La violencia también sacudió Idleb (noroeste), Homs (centro), Deraa y barrios de Damasco y de su provincia, según los militantes.
"El balance de pérdidas humanas es pasmoso, las destrucciones alcanzan proporciones catastróficas y el sufrimiento de la población es inmenso", lanzó Brahimi ante la Asamblea General.
La situación "no ha cesado de degradarse", dijo, al considerar "indispensable" el "apoyo de la comunidad internacional" con la condición de "que todos los esfuerzos vayan en la misma dirección".
"El futuro de Siria será determinado por su pueblo y por nadie más", dijo Brahimi, quien no quiso pronunciarse sobre la salida de Asad desde su nombramiento como mediador de la ONU y de la Liga Árabe para reemplazar a Kofi Annan.
"Bashar tiene las manos llenas de sangre"
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, criticó a los países que entregaban armas a los beligerantes y lanzó un llamamiento a la solidaridad internacional para financiar la ayuda humanitaria.
Según el Alto Comisionado de la Naciones Unidas para los refugiados, más de 100.000 sirios se han refugiados en los países vecinos en agosto, "la cifra mensual más elevada desde el inicio del conflicto" en marzo 2011.
En total, unos 235.000 sirios han huido del país y 1,2 millones han resultado desplazados en este país de unos 22 millones de habitantes.
Y según el OSDH, más de 26.000 personas murieron desde el inicio de la revuelta desencadenada por una protesta popular pacífica que se militarizó en repuesta a la represión del régimen. La ONU habla de 20.000 muertos.
"Bashar tiene las manos llenas de sangre", lanzó ante una reunión de su partido Erdogan, cuyo país acoge a más de 80.000 refugiados sirios repartidos en nueve campos.