Ha sido un buen arranque de año para la capital antioqueña. Hace dos semanas se confirmó que Medellín es, junto a Buenos Aires, una de las dos ciudades finalistas dentro del proceso de escogencia de la sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018. Llegar a esta instancia ya es de por sí un logro y conseguir que la urbe paisa sea la anfitriona de un evento de semejante magnitud ya se convirtió en un propósito nacional.
Además de ello, continúan apareciendo informes y clasificaciones que ponen a Medellín como una de las metrópolis más potentes en Latinoamérica, dejando atrás esa historia negra que la caracterizó hace dos décadas. Por ejemplo, días atrás La Reppublica, sin duda el principal diario italiano, destacaba los proyectos sociales en la capital antioqueña y la catalogó como “ciudad milagro”.
Y ayer, para confirmar la buena estrella que le alumbra, en el concurso realizado por el Wall Street Journal y el Urban Land Institute en el marco de los 200 años del Citi Group, Medellín fue escogida como la ciudad más innovadora del mundo por su progreso y potencialidad. Entre las obras más destacadas están las escaleras eléctricas que funcionan en la comuna de San Javier.
Compitió inicialmente 200 ciudades, logró pasar a un grupo de preselección de apenas 25. Luego llegó a la final junto a Nueva York -nominada por su arte y cultura- y Tel Aviv -postulada por sus avances en ciencia y tecnología-.