El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, hizo un llamado a todos los sectores del país para mantener la "unidad nacional" y seguir "en estable crecimiento" de la economía al iniciar este lunes su último año de gestión.
"La unión de todos es un factor esencial en el ciclo que vivimos", aseguró Martinelli en un discurso ante el Congreso para cerrar su cuarto año y abrir el quinto de cierre de su gobierno.
"Los cambios ya son irreversibles, sólo necesitan profundizarse y continuar, por eso convoco ahora a la unidad nacional a través de diálogos sectoriales" para "afianzar el presente y diseñar el futuro común" a través de políticas de Estado, añadió el mandatario.
En plena crisis internacional, Panamá obtuvo índices de crecimiento económico superiores al 10% en 2012, con pronósticos similares para 2013 y es uno de los países con mejor comportamiento en la región gracias a un ambicioso plan de inversión en infraestruturas que supera los 15.000 millones de dólares.
Sin embargo, Martinelli se enfrenta a fuertes críticas por supuesta corrupción, autoritarismo y persecución política por parte de sus opositores.
En su intervención, el presidente hizo un llamado a todos los sectores para aprovechar "la ventaja de una economía en franco y estable crecimiento", que dijo, es "la envidia de muchos" y servirá, aseguró, a sacar de la pobreza a los sectores más atrasados.
"La riqueza puede ser un fracaso si solo favorece a un pequeñísimo sector social", que si no ve mejores condiciones de vida con el crecimiento económico, repetirá su "frustración" de ver como "un ciclo expansivo sirve para enriquecer a unos pocos y mantener en la pobreza y el atraso a unos muchos", aseguró.
Advirtió que crisis como la ocurrida en 2008 en Estados Unidos o la actual situación de desaceleración económica en países de la Unión Europea, pueden causar "estragos a una nación si no está preparada".
Se estima que en Panamá más del cuarto de la población vive en la pobreza, en un país donde, según las encuestas, el alto costo de la vida, la inseguridad, la corrupción, el transporte y el desempleo son las principales preocupaciones.
"No queremos perder el tren", aseguró Martinelli, un acaudalado hombre de negocios para quien "el desafío" de Panamá es tener a "todos tomados de la mano marchando en la misma dirección".