Mario Calderón Rivera | El Nuevo Siglo
Sábado, 21 de Enero de 2012

 

Es un notable personaje de la vida nacional. Su brillante inteligencia, su vocación de servicio, su rectitud sin par, su conocimiento de los problemas públicos y su alta condición intelectual hacen de él un auténtico paradigma difícil de imitar.

Palmarés. Estuvo vinculado a la academia como profesor de la Universidad de Caldas, donde conoció a sus discípulos Emilio Echeverri Mejía y Hernando Yepes Arcila. En la Cámara de Comercio de Manizales impulsó grandes macro-proyectos como el Puerto de Tribugá y Aeropalestina. Cuando fue Secretario de Hacienda del gobernador Gilberto Arango Londoño escribió la tesis “Diez años de la Misión Currie en Caldas”. Gran impulsor de los temas ecológicos y la importancia de la guadua y el arboloco, fomentó la construcción del pabellón “Zeri” con el arquitecto Simón Vélez en Hannover, Alemania. En el BCH fue el gran reconstructor de Popayán y las ciudades del eje cafetero duramente golpeadas por terremotos. Con Pablo Lugari promovió el proyecto Gaviotas en la Amazonia colombiana.

Periodismo y política. Desde muy joven se vinculó el doctor Calderón Rivera al periodismo desde las páginas del diario El Siglo. Igualmente dirigió y fundó en compañía de Rodrigo Marín Bernal un periódico de combate al servicio del laureanismo, denominado “Afirmación”. Desde allí atacó rudamente al régimen de la dictadura rojista, en la época en que fungía como gobernador de Caldas el teniente coronel Gustavo Sierra Ochoa, fallecido años después en un accidente aéreo.

Con Lleras. Caída la tiranía, Alberto Lleras Camargo lo llamó a la secretaría del Consejo de Ministros, cargo que desempeñó con notorio relieve. Posteriormente se dedicó a sus actividades privadas hasta cuando fue designado en un alto menester del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington.

Declinador. Regresó a Colombia y vinculado a la política fue llamado a ocupar distintas posiciones que él declinó por su reconocida modestia. No obstante, años más tarde, se desempeñó como Gerente General del Banco Central Hipotecario, institución al frente de la cual cumplió una destacadísima tarea.

No a dos ministerios. El presidente Betancur le ofreció el Ministerio de Hacienda, honor que depuso nuevamente el doctor Calderón.

El presidente Virgilio Barco lo designó el 7 de agosto de 1986 Ministro de Desarrollo Económico, al lado de Ignacio Vélez Escobar y William R. Fadul, pero como el Partido Conservador rechazó estas designaciones, Calderón, fiel a su tradición azul, se sometió a la disciplina y el país se privó nuevamente de sus servicios.

Diplomático. Posteriormente, en el gobierno de César Gaviria se desempeñó con dignidad y competencia como embajador en Grecia. Retornó al país y se estableció en Manizales, en donde puso su inteligencia al servicio de los más caros intereses regionales, desde la Cámara de Comercio. Hace parte de la junta directiva del Patronato de la Fundación Santillana, dadas sus estrechas relaciones con el ex presidente Betancur. Publica los domingos una sesuda columna en el diario La Patria y se mantiene bien actualizado gracias a sus vivas inquietudes intelectuales.