Los manifestantes tailandeses anunciaron este jueves que están dispuestos a formar su propio gobierno, al considerar "ilegítimo" el designado provisionalmente, que estaría manipulado por el anterior a pesar de la destitución de la primera ministra Yingluck Shinawatra.
"Mañana tomaremos medidas para formar un nuevo gobierno", dijo a la AFP Akanat Promphan, portavoz de los manifestantes.
El primer ministro interino, Niwattumrong Boonsongpaisan, designado el miércoles, "no tiene ninguna legitimidad", afirmó el portavoz, a pesar de que en el marco legal está previsto este nombramiento provisional.
En efecto, se trata de un hombre del "clan Shinawatra", cercano al ex primer ministro Thaksin, hermano mayor de Yingluck y figura odiada por los manifestantes antigubernamentales.
"El objetivo es encontrar un gobierno que represente al pueblo", añadió Promphan, fiel a la idea de constituir un "Consejo del pueblo" no electo.
Este anuncio, de una lista con los integrantes de este "gobierno" disidente, será realizado en una gran jornada prevista para el viernes y que será decisiva para los manifestantes.
No obstante, el desafío de éstos al sistema y su voluntad de aplazar las elecciones provoca temores en cuanto a sus aspiraciones democráticas.
Éstos están apoyados por élites cercana al palacio real, que ve al "clan Shinawatra", que ha ganado todas las elecciones desde 2001, como una amenaza para la monarquía, cuando el actual rey de Tailandia tiene 86 años de edad.
La primera ministra fue destituida el miércoles por el Tribunal constitucional tras haberse visto enfrentada al movimiento callejero durante seis meses.
Los manifestantes reclamaban su cabeza, pero también el establecimiento del mencionado "Consejo del pueblo" no electo. El objetivo era poner punto final a la influencia de Thaksin Shinawatra, quien fue derrocado por un golpe de Estado en 2006, pero de quien se dice dirigía a su hermana desde el exilio.
Tras aquel golpe, el país se vio sumergido en una crisis política permanente, que ha hecho salir a la calle tanto a los enemigos como a los partidarios del multimillonario Shinawatra, quien constituye el gran factor de división en su país.
La crisis en curso ya ha provocado 25 muertos.