Centenares de jóvenes salieron a las calles de Sao Paulo el viernes, en una nueva jornada de protesta que pide la partida del gobernador del Estado, Geraldo Alckmin y la desmilitarización de la policía.
Unos 400 manifestantes bloqueaban parcialmente la importante avenida Paulista, fuertemente resguardados por la policía, reportaban los medios de prensa locales.
Alckmin, hasta hace poco uno de los favoritos para ser reelecto en el cargo, tiene ahora un respaldo de solamente 26%.
Los manifestantes exigen además explicaciones sobre la desaparición del albañil Amarildo de Souza, quien fue detenido hace más de dos semanas por la policía tras una operación en la popular favela La Rocinha de Rio de Janeiro.
La revuelta social que sacudió a Brasil en junio con masivas manifestaciones en demanda de mejoras en seguridad, salud y educación, prosigue a menor escala y liderada por grupos más radicales en Rio y Sao Paulo, donde cada protesta usualmente termina en violencia.
En las últimas dos semanas, protestas callejeras en Sao Paulo derivaron en enfrentamientos con la policía, que utilizó gases lacrimógenos, balines de goma y bombas de estruendo para dispersarlas.